LOS ALISIOS DE UN ALCALDE
Las Palmas de Gran Canaria, con una población de
400.000 habitantes, es una ciudad segura, han afirmado hoy el alcalde de la
ciudad, Juan José Cardona, y la delegada del Gobierno en Canarias, María del
Mar Hernández Bento, en el acto de toma de posesión de los 30 nuevos policías
locales. La Capital de la Isla cuenta con 614. Con la colaboración de estos
cuerpos y fuerzas se avanza hacia una ciudad más segura y con mayor sensación
de seguridad, que también es importante porque el ciudadano quiere percibir la
presencia y cercanía de los agentes de seguridad. C. Ahora.
El amo de “LA FAMILIA DEL VIERNES” en el
Consistorio capitalino, nos quiere vender una ciudad segura. Siga Usted mirando
para otro lado, cámbiese los cristales de las gafas o quítese la venda de los
ojos. No engaña a nadie y menos a los que residimos aquí. La única que está 24
horas al día segura es “LA FAMILIA”
de la que Usted también es miembro, el resto de sus conciudadanos sufrimos una
seguridad bastante deficitaria.
Los
contribuyentes de este municipio estamos más que hartos de pagar cada año
millones de euros por una ineficaz programación de seguridad ciudadana. Los que
lo pagamos todo, solo escuchamos de Ustedes la misma verborrea de siempre, “son casos aislados” la misma cantinela
que nada nos aporta y nada nos soluciona. Los tantos “casos aislados” nos suenan hace mucho tiempo a cachondeo y
pitorreo. No olviden, que los que militan en “LA FAMILIA” también cobran del contribuyente. Pero, tantos años a
la espera de eficaces resultados, llagamos a la conclusión de que les
importamos un carajo.
El panorama diario o cuasi diario en este y en la mayoría de los
municipios de Canarias son:
Comas etílicos,
robos a viandantes y comercios, peleas, destrozos de mobiliario urbano y
jardines, oleada de robos en colegios, centros de salud, etc. El vandalismo en el
arte urbano, los robos con violencia en viviendas, comercios, calles,
parques y plazas, etc, discotecas automovilísticas y hogareñas, robos de
metales, material de construcción, etc, etc. Las denuncias sirven de muy poco,
al día siguiente los vemos en las calles amenazándonos. Los ciudadanos
demandamos penas ejemplares y sanciones dinerarias al precio de lo robado.
614 Policías Locales
que también paga el contribuyente para que cobren mensualmente sus salarios, si
esto no es así, es sólo culpa suya y de su administración. 614 Policías Locales
de los cuales sobran 400, el ciudadano observa diariamente con asombro,
impotencia y vergüenza, de cómo es posible que tantos Policías Locales (por
orden de la superioridad, piensan, suponen, hablan en voz alta) les encomienden
el trabajo y la dedicación de denunciar las infracciones de tráfico, y el resto
del municipio desamparado, exclusivamente por las noches y sobre todo los fines
de semana.
Los
aproximadamente 400 policías locales sobrantes deberían ser integrados en un
programa de colaboración de seguridad conjunta en el Cuerpo de la Policía
Nacional. La Policía Nacional nos demuestra diariamente quien es el garante de
nuestra seguridad, y el mayor error cometido en Canarias fue suprimir cuarteles
de la Policía Nacional y Guardia Civil en la mayoría de sus municipios. Con
ellos estábamos bastante más seguros, el suprimirlos ¿fue por ajustes de
crisis?, ¿una maniobra política?, con qué fin ¿para ser más libres?, ¿para ser
más democráticos?, ¿oh fue para dar más cancha al libertino, al corrupto, al
incívico, al ladrón, al grosero, al pederasta, al golfo, al pendenciero, etc? Demasiados lumbreras y salvapatrias en “LA FAMILIA”, el farol en la jugada para ganar la partida, les falló. Quisieron
hacernos creer que llevaban el Caballo de Bastos, cuando sólo tenían la Perica.
Los alisios no les son favorables, el resultado de la partida sus conciudadanos
la damos por perdida. Es justo y acertado exigir rendimiento en el trabajo,
cobran por ello.
La pregunta es;
¿pueden colaborar y trabajar conjuntamente en la seguridad ciudadana la Guardia
Civil, Policía Nacional y Policía Local? Rotundamente es SÍ.
De la delegada
del Gobierno en Canarias, no tengo nada que decir. Todos sabemos para quien
trabaja.
Por orden y por decreto, “Los alisios no nos son
propicios, nos siguen haciendo la puñeta”.
José Antonio del Rosario