PERMÍTANME QUE INSISTA
¿Puede un gobierno democrático hacer gala de un sistema de prestaciones
generoso? ¿Puede un gobierno junto con la sociedad aplicar el principio de
igualdad? ¿Puede un gobierno poner en marcha un sistema educativo público con
garantías de futuro? ¿Puede un gobierno implantar un sistema sanitario público
sin restinciones? ¿Puede un gobierno hacer cumplir la Ley en vez de hacer
dejación de ella? Pues sí. Y este no es otro que un gobierno trabaje por y para
el Estado. Para un gobierno la vida personal del ciudadano debe ser lo prioritario,
apoyar y defender el estado del bienestar, que las instituciones públicas sean
transparentes y accesibles a todos y funcionar en interés de todos. Valores que
han de ser el centro de su sociedad y que deben estar garantizados por el
Estado.
Urbanidad y Civismo:
Normas de comportamiento, no
escritas en la mayor parte de los casos, pero que sin su tutela nos haría ser
un grupo de seres incivilizados. Pero como todas las reglas, leyes o normas, no
solamente es suficiente con saber que existen, sino que hay que ponerlas en
práctica. Desenvolverse en los distintos ámbitos sociales debería ser una de
las mejores asignaturas de nuestra enseñanza. Es mejor caminar por nuestra
derecha, que las cosas se pidan por favor, que se dé las gracias por casi todo…
Se supone que somos más cultos que nunca, pero no es creíble mientras
suspendamos en urbanidad y civismo, dos asignaturas que hay que
implantar de nuevo, comenzando por las familias, reforzadas en las aulas y
culminadas en la sociedad.
Cultura: La
cultura es algo más que erudición, es algo que se vincula con el civismo, con
el comportamiento ordenado y responsable dentro de la comunidad, es el
conocimiento de ideas adquiridos en el desarrollo de las facultades
intelectuales mediante la lectura, el estudio y el trabajo. Y un conjunto de
conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que caracterizan a un pueblo o a
una época.
Y esto viene a cuento, porque
desde hace muchos años nuestros elegidos políticos para formar gobiernos se han
empeñado en que nuestra sociedad regrese al pasado. Modelo del cual nuestro
país fue saliendo a ya por las décadas 60-70; no sin dificultades, sufrimientos,
persecuciones, decretos, encarcelamientos, desigualdades, acatamientos,
esclavitud y más etceteras.
Mientras el movimiento o rebelión
juvenil se abría paso al golpito contra el sistema dictador político,
eclesiástico, empresarial y cultural, el régimen franquista seguiría sembrando a
partes iguales miedo y aburrimiento por doquier. Y es que la desilusión y el
desencanto cargaron a nuestra juventud de razones por las que romper con dogmas
y sistemas caducos. Logrando salir de gobiernos que cuya
única misión era someter al pueblo bajo su yugo, para poder lograr sus fines de
grandeza y riqueza al servicio de los poderosos, su futuro estaba asegurado,
(les suena de algo esto). Todo este movimiento juvenil desembocó en una
Revolución Cultural sin precedentes en el Mundo conocido.
Más tarde, viéndoles el cascabel
al gato y el oportunismo del disfraz, caducos y corruptos políticos, personajes
de dudosas riquezas y empresarios oportunistas formaron grupos o formaciones
políticas para continuar representando la obra de las desigualdades.
Fracasaron, la Revolución Cultural salida de Las Universidades, llegaron a los
Institutos y de ambos al resto de la población juvenil y a la mayoría de los
olvidados ciudadanos que un día cogieron su fusil; unos para defender un Golpe
de Estado y otros para defender un Gobierno Constitucional y Democrático.
Y es que hombres y mujeres junto a la sociedad, logramos formar gobiernos
de excelencias y calidad futuras para sacarnos del oscurantismo y ostracismo al
que estábamos sometidos. Lográndose
excelencia y calidad en la enseñanza pública, excelencia y calidad en la
sanidad pública y universal, excelencia y calidad en servicios sociales,
excelencia y calidad en formación profesional, excelencia y calidad en el
trabajo, excelencia y calidad en urbanidad y civismo. Gobiernos que junto al
pueblo trabajaron (como no podía ser de otra manera) para que una sociedad
tuviera excelencia y calidad y un mejor futuro de vida.
Tres fueron los gobiernos que
tuvieron el coraje, la visión y los cilindros bien puestos para sacarnos del
oscurantismo y colocarnos de nuevo en el Mundo civilizado: Uno de marzo de 1979
hasta enero de 1981 y dos desde 1982 hasta 1989. El resto de los sucesivos
gobiernos hasta este año de 2015, se han dedicado a imponernos desigualdades de
todo tipo y maneras, paulatinamente el disfraz de cordero se les fue deslizado
de sus caras y nos mostraron sus
verdaderas identidades de perfiles mafiosos. Modelos políticos desastrosos y
oportunistas, que les han dado la oportunidad a muchos de enriquecimiento
ilícito a costa del Estado.
Privatizaciones
de empresas del Estado
Felipe González abrió el camino. Bajo el
mandato de González, se llevó a cabo cerca de 80 operaciones de
privatizaciones, que dejaron en las arcas públicas 13.200 millones de euros también
hubo grandes privatizaciones, como las firmas automovilísticas SEAT y ENASA
(ahora integrada en Iveco), o Trasatlántica (transporte marítimo) y Marsans
(Viajes). Privatizaciones parciales de empresas rentables que únicamente
perseguían recaudar recursos financieros", como en los casos de Endesa,
Repsol, Argentaria o Telefónica. Ese Ejecutivo gestionó 16 Ofertas Públicas de
Venta de acciones (OPV), que permitió la salida a bolsa de estas empresas y que
produjeron unos ingresos de 10.200 millones de euros.
Aznar, el que más
recaudó (1997-2004)
Aznar se deshizo de las joyas de la Corona:
Endesa, Tabacalera (ahora en Altadis), Repsol, Telefónica, Argentaria o Gas
Natural, algo que ya había iniciado su predecesor en el cargo. Solo un año
después de ganar las elecciones, en 1997, el PP empezó a vender. Bajo su
mandato, pasaron a manos privadas las principales compañías de sectores de gran
importancia en la economía española, como electricidad, gas, petróleo,
transporte, telecomunicaciones... en total se privatizan unas 50 empresas, que
dejan unos ingresos de 30.000 millones de euros, de los que más de 22.000
millones corresponden a OPVs.
Zapatero,
sus pocas privatizaciones no fructificaron (2004-2011)
Rajoy y sus planes (2011-2015)
Rajoy planteó desde el comienzo de su legislatura
privatizaciones para hacer caja. La última en llegar ha sido AENA, que será
privatizada en un 49%, de forma que el 28% se colocará en Bolsa a través de
oferta pública de venta (OPV) y el 21% restante se solicitará para un núcleo
estable de accionistas seleccionados. El Consejo de Ministros aprobó que una
compañía privada entre a competir con RENFE.
En cartera: Paradores Nacionales,
Loterías y Apuestas del Estado, Correos y Puertos del Estado, IAG (compañía
resultante de la fusión de Iberia y British Airways), Ebro Foods o Red
Eléctrica de España, Sanidad Pública, Educación Pública, Universidades, etc.
Por ley, en la Carta Magna se debería
insertar un nuevo artículo que prohibiera a cualquier cargo político vender,
ceder, privatizar o semiprivatizar los bienes del Estado. Estos
bienes nos pertenecen a todos, y si cualquier cargo político quiere pagar
favores a sus amigos empresarios, para que el día de su retiro político tenga
un sillón en su empresa, lo haga con sus propios bienes, no con lo de los más.
De Deuda Bancaria Privada a Deuda Pública del Estado
Parece increíble que los datos
sobre el rescate a la banca española resulten tan contradictorios en función de
las fuentes consultadas. Estos datos van desde 1.4 billones, a los 61.366
millones de euros admitidos por el Banco de España.
Fuente: Economiaciudadana.
Otras fuentes calculan más de
280.000 y otras más de 100.000 millones de euros (?)
Es hora ya
que los ciudadanos se tomen muy en serio en tirar a la papelera a esos
partidos con políticas caducas, partidistas, corruptas y desestabilizadoras del
sistema democrático, “si es que alguna vez lo hubo” Partidos que se vanaglorian
de sus experiencias de gobernanzas, y descalifican la inteligencia como bisoñés
de los que llegan. Partidos que presumen de gran experiencia gestora y de
gobiernos varios; no hay más que echar un vistazo: millones de ciudadanos sin
un puesto de trabajo, cientos de miles de familias desahuciadas en la calle y
pagando hipotecas de hogares que no tienen, la mayoría de ellos viviendo de la
caridad del pueblo y desatendidas por las instituciones públicas. Los juzgados
están llenos de sus grandes experiencias, las montañas de expedientes ocupan
miles de metros cuadrados (muchos de ellos convenientemente olvidados o extraviados,
valla Usted a saber en qué cajón), una gran experiencia de enriquecimientos
ilícitos a costa del Estado.
La pregunta es; ¿tenemos que continuar digiriendo estas grandes
experiencias como si de un sabroso plato culinario se tratara?
Creo que ya no hay estómago que lo resista.
José Antonio del Rosario