sábado, 30 de mayo de 2015

AMARGA EBULLICIÓN


AMARGA EBULLICIÓN




       Gustos amargos han quedado en el delicado paladar de los políticos de oficio las peripecias electorales de última hora. La batería estaba engrasada en todo su engranaje, los estantes se les vinieron casi todos abajo, y esta es la triste consecuencia de la apostasía y componendas que constituyen las entrañas de la rancia política de este país.


       La obra legislativa está aún a merced de los tiranuelos parlamentarios en el Gobierno de la Nación y en varias Autonomías. Cuando en un  país ocurre esto, es que se está tremendamente arto de tanta falsedad y corrupción, y hay razón para alegrarse de la indiferencia glacial de la opinión ciudadana hacia cuanto forma el viejo mecanismo político.

       Aún me cuesta digerir que millones de ciudadanos votaran por la desigualdad social, la privatización de lo público, la corrupción, etc, etc. Me es imposible creer que haya aún tanto miedo, me inclino más por la cobardía y el poco o nulo interés que unos comicios tiene para millones de ciudadanos en este país. Me quedó claro hace mucho tiempo; prefieren movilizarse ante un evento futbolero, que ni les dan de comer, ni les proporcionan un puesto de trabajo, que el cataclismo social, económico o político del país.

       Y las honradas personas vuelven la espalda  hacia el conjunto de los poderes políticos, en acción por los impulsos del caciquismo, del radicalismo, de las desigualdades sociales de todo tipo, etc. Esclavos esos  poderes del interés  partidista, no son capaces de evolucionar por sí mismos, y cuando surge una ley, una resolución, una simple  medida en la esfera de lo preceptivo, que llega a prevalecer sin entorpecimiento ni regateos parlamentarios, es que se fraguo y moldeó en el yunque del compadreo.

       Los Gobiernos no son ya expresión de la voluntad nacional; son hijos espúreos del sedimento político, la hez fecal de los  parlamentos, que  reúne y concentra todas las agitaciones y  hervores del convencionalismo constitucional.

       Por eso son débiles para el bien y valientes para el mal, impotentes para la regeneración del país y atletas para el contubernio y la farsa, hercúleos para la asfixia de las legitimidades y derechos. Con  parlamentos, con partidos y gobiernos como estos, no se puede confiar en el engrandecimiento de una Nación. Serán inútiles todos los esfuerzos de los ciudadanos que intenten por los elementos sanos de la opinión sacar al país del atasco.

      Que haya crisis o no la haya a la rancia política le interesa poco; que se cierren o se abran parlamentos mucho importa. Lo que sería menester para que la nación se rehiciera, es que las nuevas formaciones políticas pasaran la esponja por todos esos elementos podridos de políticas caducas, haciéndoles desaparecer para siempre en la cloaca del olvido.

       Hacen falta cualidades renovadoras, sanas energías, factores de indiscutible pureza política para que los poderes públicos sean lo que deben y respondan a lo que representan.




José Antonio del Rosario

domingo, 24 de mayo de 2015

¿RESPONDEMOS EL 24 DE MAYO?



       ¿RESPONDEMOS EL 24 DE MAYO?

  Sí; respondemos, por recuperar la soberanía del pueblo canarios, responderemos al llamamiento que la Democracia ha dirigido a nuestro pueblo. Responderemos con brío y entusiasmo, para rescatar Canarias de las garras de gobiernos oportunistas que aún creen que el pueblo les pertenece y que estas piedras son suyas. Responderemos para desterrar  políticas de conveniencias, caciquiles, desastrosas y pendencieras. Responderemos con todos los medios morales y materiales que estén a nuestro alcance.

       La triste y desoladora foto que representa nuestra tierra en Europa y en el resto del Mundo es indigna; con su administración corrompida, con sus gobernantes convertidos en servidores del capital, con la mayoría de sus islas divididas y sus elementos dispersos. La foto necesita retocarse en panorámica de vida y prosperidad, no una vista difuminada que oculta gobiernos y políticas caducas. Es de vital importancia el compromiso ciudadano para que la próxima foto este enfocada con nítida luz, con un color real donde podamos ver un organismo de poderosa energía, y de sabios principios.

       Ese organismo no puede ser otro que el sistema democrático, único capaz de salvar la nave Canaria de la tormenta que se avecina; pues los nacionalismos, las dictaduras y radicalismos no dejan tras de sí más que desigualdades, miserias, cadáveres, podredumbre y ruina.

       El triunfo de la Democracia la encaminan aquellos ciudadanos que se comprometen y apuestan por reconvertir administraciones y políticas en prospero futuro, con sabiduría, con equidad, y sobre todo, con honradez. Del sistema democrático es de donde emana la Libertad, los derechos de los Ciudadanos, el principio de la Igualdad, el afecto de la Fraternidad y la Dignidad de un pueblo.

       Sí; respondemos, pongamos toda nuestra energía al servicio de la Democracia; pongamos nuestra inteligencia con dos armas formidables, la Lógica y la Elocuencia. Y entonces conseguiremos un gobierno verdadero, equitativo y justiciero. Es hora de despertar, la unión hace la fuerza, y despertemos los elementos sanos, que gimen agobiados bajo el peso del infame y nefasto conservadurismo; asociémonos, y emprendamos la campaña conducente al triunfo de la Libertad.

       Y entonces podremos exclamar ¡Aquí estamos los canarios, que hartos de servilismos hemos apostado por una Democracia; aquí estamos con la frente alta, porque no estamos infestados con el virus de la discordia, ni estamos contagiados por el gusano de la corrupción¡ Los hijos de estas apartadas piedras, deseamos verlas grandes y florecientes, dispuestos con entusiasmo y brío a luchar por un Estado del Bienestar suprimido, por nuestros Derechos derogados, por la Libertad amordazada y el Respeto al Individuo cuestionado.

     José Antonio del Rosario


jueves, 21 de mayo de 2015

EL CIRCO DE LAS BATALLAS



EL CIRCO DE LAS BATALLAS
                He aquí una fecha que constituye una de las páginas más brillantes de la historia democrática de este País; cual fue aquella en que unos golfos memorables, se ensalzaron en choque de las escuadras que combaten en un duelo por conquistar un sillón de mando: la de la Rosa marchita, la de la Gaviota enferma, la de la IU desunida, la de la CIU separatista, la de CC anticanaria, etc, etc.
         Era el amanecer del ocho de mayo de 2015, cuando las escuadras, caminando las unas hacia las otras, sin saberlo, se vieron no lejos del lugar de la contienda, mandan enarbolar sus estandartes al grito de ¡Victoria!
           Al fin las escuadras se juntan, se zancadillean, se mofan, se insultan, vociferan como piratas, sus espantosos rugidos resuenan como matones en la arena del circo. Más la sangre no llega a caer en la arena. Las escuadras de una y otra parte, en el desorden de tan esperado choque, se hallaban tan cerca, que casi se tocaban las bembas: el combate, por lo tanto, era bochornoso, y el fanatismo de las victimas sobresalía a veces por encima del estampido de las palabras, formando una lúgubre armonía con el fragoroso estruendo de los estandartes que caían hechos astillas: resonaban las hordas formando un solo gemido.
                Después de varios años de programar las escaramuzas, los caducos amos se disputan la jefatura haciendo viajes y promesas de mal histrión (actor teatral) para darse apariencias de estadistas. Nada tiene que agradecerles los ciudadanos, al contrario, el haber dado vida al separatismo en reinos de taifas donde no están presentes, para evitar que se juntaran algunas escuadras que debían protestar en común de los desastres programados; el haber vaciado las arcar en detrimento del País, el ser cómplices de la despoblación en muchas poblaciones, donde la miseria y la falta de trabajo hacía imposible la vida de sus habitantes.
           La batalla se ha convertido en un combate grosero y soez; insignias y estandartes ruedan por la arena del circo, la lucha se vuelve pendenciara y traicionera, más propia de salteadores de caminos; en el ataque personal se usa todo tipo de armamento, todo vale para vencer y humillar al contrario. Nada importa que las demás naciones se avergüencen y se horroricen de tantas y chabacanas escaramuzas, donde las escuadras descarada y vergonzosamente han obviado el honor y la valentía en el combate.

          Un hermoso legado nos deja los pestilentes cadáveres de las escuadras conservadoras en lid, cuando la herencia ha pasado ya a manos de caciques, corruptos y dictadores.

José Antonio del Rosario

jueves, 14 de mayo de 2015

PROMESAS DEL PENITENTE



PROMESAS DEL PENITENTE

        El terrible golpe que la descarada conducta de “La Familia Política” ha dado a la Democracia en este País, ha sido la más enorme decepción que ha podido llevarse los ciudadanos, con ser tantas y tan catastróficas las que ha sufrido a lo largo de la  historia.

        Las promesas de que caerían del lado de las libertades una Democracia real, y la oportunidad del comienzo necesario de una nueva era de oportunidades e igualdades democráticas, hicieron concebir la esperanza de que, siquiera por una vez y en atención a los difíciles momentos que atraviesa el País, serian consecuentes con sus promesas.

       Para mantener a la opinión pública en esta creencia, se jactan en criticar y desprestigiar a aquellos que iban y siguen queriendo ir, por el buen camino. Hicieron y acuñaron como suyo, un solemne programa futurista con el sólo propósito de sentar las posaderas en el sillón de mando.

        Una vez sentados en tan mullido sillón y servirse del pueblo, a este lo arroja como impertinente, porque a cada momento les recuerda sus compromisos y promesas de sus programas incumplidos, con lo cual desaparece la tan cacareada representación de la Democracia liándose la manta a la cabeza y se tiran de cuerpo entero al enriquecimiento ilícito.

       No han sorprendido al pueblo sus conductas caciquiles; antes al contrario, las juzgamos como el digno remate de una vida llena de infidelidades a las doctrinas que siempre predicaron y que jamás practicaron. Ellos rechazan nuestro derecho individual, ellos deshonran el sufragio electoral, ellos se carcajean del enjuiciamiento de la ley y las conquistas democráticas del pueblo. Ellos abren la puerta al odio y a la desconfianza, ellos venden al pueblo entregándolo de un modo infame en brazos de la depravación política, la miseria y las desigualdades.

      Ellos cierran su vergonzosa historia de mandato, no sin antes blindar sus pactos que amarra al pueblo al carro triunfante del más retrógrado y despótico de los poderes.

       No podía esperarse otra cosa de los que pasaron los últimos veinticinco años de su existencia trabajando artera y traidoramente por restarle fuerzas a la Democracia; delos que nunca sintieron las ideas soberanas que predicaban. La continuación de este abominable poder, da una idea de lo que el pueblo puede esperar en la etapa que empieza a vivir.

     Todavía somos muchos los demócratas que esperaban que al reiniciarse el sistema democrático, este se encauzara por distintos derroteros a los que se han venido siguiendo desde la dictadura del “Innombrable”. La decepción ha sido tan grande como general, al ver que se ensalza de nuevo esta antigua y asquerosa política, encarnación de lodos los vicios é inmoralidades y causa y origen de todos los desastres y vergüenzas.

        Para sacudir tan abominable yugo no nos queda a los amantes de la libertad y de las conquistas democráticas otra esperanza que la revolución política y esta ha de predicarse todos los días y a todas horas en la calle, en los hogares y en los medios de comunicación.

      Hemos padecido y continuamos sufriendo en nuestra existencia, lo que pregonaron como una nueva era de paz y el comienzo de la regeneración democrática, y nos impusieron unos gobiernos con doctrinas dictadoras.

      Llegó la hora de reflexionar y ser consecuentes, llegó el momento de preguntarnos qué queremos hacer de este País, ¿Continuar con la rancia política? Esta nos ha puesto a los pies de los caballos por muchas legislaturas. Debemos seguir aplicando el refranero de ¿más vale conocido que por conocer? Estos “conocidos” se acuerdan que existimos cada cuatro años, para seguidamente mandarnos hacer puñetas.

          Somos atrevidos para comprar el último modelo en tecnología, cueste lo que cueste, hasta pedimos un préstamo para ello y nos entrampamos hasta los ojos. Pero somos incapaces de solicitarlo para lo más importante y necesario. Es el momento de arriesgarnos y apostar por un nuevo modelo de futuro, es la ocasión de dar carpetazo a los programas grandilocuentes (sublimes y elevados), que iban hacer la leche. Las promesas de iluminados caducos quedaron en banas arengas y en garabatos en la escritura, artistas del chantaje que solo nos repartieron su mala leche.

¡DESPERTEMOS DE UNA PUÑETERA VEZ!




José Antonio del Rosario

domingo, 3 de mayo de 2015

YA TOCAN A ARREBATO


YA TOCAN A ARREBATO


La “Familia del Viernes” ha entrado en un periodo de actividad y agitación extraordinarias. Se toca a arrebato como en los angustiosos momentos que preceden a las grandes catástrofes. Van y vienen los prohombres de la política; amenazan, discuten, prometen, se ofrecen para  salvar gobiernos de tanta debacles por ellos mismos provocada, ¡pobre País!, no dan tregua a la mentira en sus arengas y ni a la pluma en su escritura. ¿Qué pasa? ¿Porqué tanta agitación y tanto cimbreo? ¿Qué nuevas desgracias nos amenazan?

      Estamos exactamente peor, que el día después de jurar su cargo como Presidente del Gobierno de la Nación, nos arrojó a la mayoría de los ciudadanos en los brazos de la usura, nos tiró en la calle a expensas de ladrones, mafias y empresarios que trafican con las desgracias humanas.  Nos hablaron de regeneración política, dijeron instaurar prácticas reformistas y moralizadoras democráticas; pero sólo fueron palabras.

      Era convenido entre los prohombres de la política, que todo siguiera igual, que no se interrumpiera, que continuara la comedia después del acto trágico que nos pone al borde de la sepultura. Y así han continuado ensayando hasta ahora, sin que se oyeran aisladas voces de protesta del resto de la fracasada “Familia Política” de este País.

      Mas ahora, de poco tiempo a esta parte, a medida que se acerca la fecha de las elecciones con sus candidatos en listas cerradas (muy democrática la cosa) en que la suerte ha de entregarse en manos de los ciudadanos, la paz en los partidos asoma seriamente amenazada, la alarma cunde, la actividad se multiplica, las conciliaciones menudean, el toque de arrebato suena en todos los grupos, todo parece indicar que se aproximan días de ensayos, nuevas escenas, nuevos actores……….. ¿Qué será? ¿De qué se trata? ¿De salvar el País, ahora?

     ¿Impotentes los ciudadanos para la revolución? ¿Impotentes los ciudadanos para la guerra en las urnas por reconquistar nuestros derechos constitucionales? No, libres para rescatar un País en manos de la corrupción y la usura, libres para recuperar la soberanía del Estado secuestrada por los prohombres de la política. No son de la congregación redentora; no están libres de culpa, no conseguirán inspirar confianza en los ciudadanos. Nada bueno ni nuevo puede esperarse de ellos.


      Si las instituciones no están amenazadas de un peligro inmediato, si las angustias de los ciudadanos no son las mismas, si la ruina del País no es ahora peor que al día siguiente de que el nuevo “Salvador patrio” jurara la presidencia de la Nación. ¿Cómo explican ese toque a arrebato de última hora? ¿Porqué se agitan y se mueven tanto? ¿Qué traman? ¿Qué se proponen? ¿Qué buscan? ¿Qué pasa?

      Mueven ficha para conquistar posiciones personales en el nuevo gobierno, buscan riquezas y goces del poder, proponen cambios en las prácticas, de nombres y personas para continuar engañando al País. Invocan lo más grande y acertado para ellos en el hervidero de la intriga política. Unos pregonan libertad y democracia, otros amor a la patria, progreso, honradez, autoridad, etc, etc…..  Eso es todo.

      Lucha de poderes en la vorágine política, no lucha de ideas para un próspero y acertado futuro, lucha de abominables pasiones, no de principios. ¿Y para eso tanto revuelo?



José Antonio del Rosario