CAYERON
Tras largos años de odioso despotismo, de
obsesivas arrogancias, de altaneras soberbias, de vergonzosas decepciones, de
arbitrariedades sin ejemplo en la historia de los gobiernos, les hemos visto al
fin caer en casi todas partes por el movimiento solo de un pueblo indignado,
esa ominosa dictadura que algunos hombres y mujeres inmorales ejercen a la
sombra de un ministerio, asesino de las libertades públicas, de las leyes
patrias, y de la dignidad nacional. Al fin, tras largos años de sufrimientos
inauditos, de dilapidaciones escandalosas, de sistemas centralizadores, y
decretos anticonstitucionales, hemos visto aparecer de nuevo la aurora de esa
libertad que tantas veces ha reconquistado la Nación con el sufrimiento y la razonada
cordura del pueblo, que brilla hoy tanto
más viva y esplendente, cuanto más extinguida se la creyera ayer.
Y es que, en ese movimiento lento pero
seguro de los principios liberales; en esa marea siempre creciente de ideas de
progreso y libertad que encierran en si todo el porvenir de las modernas
sociedades, el retroceso inaugurado por ciertas formaciones políticas que
últimamente se han sucedido en los gobiernos, era a todas luces un absurdo en
política y un atentado de lesa civilización. Por eso sonó la hora al fin:
levantándose la mayoría de los ciudadanos, con el único propósito de hundir
para siempre en el polvo al último representante de ese poder arbitrario y
despótico, que pesaba, para mengua nuestra, sobre este país.
La cooperación ciudadana con las nuevas
formaciones políticas con ideas progresistas de futuro, de igualdades sociales
y gobiernos al servicio del Estado, da esperanza de manera activa al triunfo de
la Democracia que defienden la mayoría de los pueblos. Yo también sentí hervir
en mis venas el fuego del entusiasmo, cuando al través de las palabras
embozadas y traidoras de los medios de comunicación afines y autoridades ministeriales,
adivinaba el estado de la opinión pública y el movimiento siempre creciente de
la revolución social. Porque también sobre el pueblo pesaba en toda su fuerza
el yugo del más atroz despotismo; también entre los ciudadanos se había erigido
en suprema ley la voluntad caprichosa de unos partidos políticos; en fin,
también en estas apartadas piedras Canarias se han y se siguen cometido los más
escandalosos abusos, las más inauditas arbitrariedades; y si alguno de los
pueblos de la Península, al leer esto, pretendiere haber sufrido más que
nosotros bajo la dominación partidista de un Sanedrín provinciano, y quisiere
arrancarnos la palma de ese lento martirio, le diremos para acallar sus
escrúpulos……. Aquí manda ATIcoalición y
alguno más.
Ya desde el año 1983 este pueblo sospechando en parte la
verdad, de que esta formación de centro-derecha-nacionalista
había
dado pruebas inequívocas de sus tendencias al pronunciamiento, enarbolando la
bandera del nacionalismo caciquil. Ciudadanos que se reunían en grupos
numerosos en los sitios más concurridos de las poblaciones; manifestaciones que
se repitieron luego en los días, noches y años sucesivos. No sólo en Gran
Canaria, sino en todas las principales poblaciones de las islas. Este
entusiasmo contenido por tanto tiempo, y cuya existencia han provocado actos de
excesivo rigor de parte del Gobierno que mueve los hilos, estalló al fin el 27
del pasado Mayo en medio de un Pueblo defensor siempre de la causa de la
libertad.
Esta medida de rigorosa justicia,
produjo como era natural una irritación profunda en el Sanedrín tinerfeño y en
el hombre que como Presidente, mandaba a su antojo aun para mengua de las
Canarias, en aquella parte de nuestro archipiélago: pero los ciudadanos,
despreciando como debíamos sus amenazas de cataclismos bíblicos, solo les
contestamos con un acto solemne; el Sufragio Universal. Este; resonó desde las más
altas cumbres hasta las más remotas playas, de nuestras islas. Estos dignos
representantes del despotismo en Canarias; siguen siendo pregoneros del
embuste, iluminados por robadas energías y de sabidurías caducas. Una mera
copia del despótico Gobierno de “La Familia del Viernes” que con su interesado
patrón sigue abriendo caminos desiguales al borde del precipicio.
Pero para fortuna nuestra; muchos
ciudadanos tiraron del recuerdo, de que hubo una vez un par de gobiernos que
habían inaugurado una nueva era de libertad y progreso, no podían consentir que
permaneciesen al frente de una Nación, gobiernos que han servido de carceleros a
tantos ilustres proscritos, a
sembradores de semillas de desigualdades y les relevó inmediatamente de un
mando que desde mucho antes del pasado 25 de Mayo último, debían haberles sido
arrancados con indignación por un pueblo que se precia, tanto de liberal como
de demócrata.
Poco
después del 27 de Mayo, en virtud de los acuerdos y pactos alcanzados por las
nuevas formaciones políticas emergentes, muchos gobiernos cesaron, y con ello
el restablecimiento de la Democracia y las igualdades, única áncora de
salvación para el país; porque solo de esta medida justa, legal y conveniente
pueden emanar la paz y el bienestar de la Nación; y abrigamos la esperanza de
que los nuevos gobiernos que rigen hoy los destinos en la mayoría de las
Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Cabildos Insulares y Diputaciones accediendo
al voto de la mayoría de los ciudadanos, a la opinión de la prensa libre, que
ha abrazado con entusiasmo haciéndose eco de nuestras causas, porque es la
causa del progreso y de la justicia, antes de que se consuma la ruina interesada
de este País.
“El pueblo no renuncia
nunca a sus libertades sino bajo el engaño de una ilusión”
“La libertad no puede
subsistir entre corruptos” Edmund
Burke (1729-1797)
P.D. Esperando que la
cordura ciudadana se imponga, en diciembre por justicia caerá.
José Antonio del Rosario