viernes, 3 de marzo de 2017

CARNAVALERA HIPOCRESÍA




CARNAVALERA HIPOCRESÍA

 

Permítanme que no me dirija a la CURIA como hermano:

Hoy diré que estoy viviendo horas de alegría, pues como todos los años volvió Don Carnal. Una fiesta pagana llamada carnaval donde triunfa la frivolidad, la picaresca, la guasa y la coña. Donde se manifiestan la creatividad del diseño y la representación oral, donde se da rienda suelta a la sátira y a la provocación, días de sana diversión.

Un año más triunfó el voto en las galas de la Reinas y las Drags, en el concurso de murgas y comparsas, y triunfó el aplauso de una muchedumbre enardecida por sus carnestolendas. Triunfó el respeto y la honestidad, triunfó la cortesía y la educación, triunfó la alegría y el divertimento, y triunfó la fiesta de Don Carnal.

Lo he recordado con profunda alegría y con sentido guasón, al ver esta mañana la grabación que me han hecho llegar de las carnestolendas de Las Palmas de Gran Canaria. Viendo a miles de personas, coreando, aplaudiendo y votando, y se me han llenado los ojos de lágrimas de la alegría picaresca en sus letras y sus sonoros son.

Y llegó el Quijote y dijo; amigo Sancho con la iglesia hemos topado.

Con gran escándalo y estupor la hipocresía se manifestó, en medios de comunicación y en la RTVE, salieron obispos, curas, presidente cabildicio y gente con rencor. Y nos invita el obispo a eucaristía para darnos el perdón, por los treinta días de alegría y gran diversión.

Y estando en estas y con estas chanclas el obispo de Alcalá manifestó, que hay que quitarles el voto a las mujeres porque el pensar no es su razón.

Mientras esto decía un tolete en el párrafo anterior, el papa Francisco claro lo dejó: “Las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir superficialmente”.

Cada ser es uno, y siendo dueño de su vida puede hacer de esta lo que desee respetando siempre el de al lado. La Curia religiosa es la menos valedora para hablarnos de moralidad, de libertad de expresión, de frivolidades, de honestidad y coherente respeto en la convivencia. La CURIA de todas las religiones en este planeta, son las que con honestidad y respeto deberían pedirnos perdón diariamente por sus desmanes, por sus intrigas, por sus amoralidades, por sus homofobias, por sus torturas por creernos infieles y en discriminación de sexos, por sus crímenes (armaron ejércitos para ello), y por la preferencia de estar siempre al lado de los poderes políticos y del capital, siendo estos en su mayoría meros dictadores.

Afortunadamente para el mundo, las nuevas generaciones en la vida religiosa y católica, en su mayoría piensan y actúan con mayor honestidad, respeto y libertad.

 

P. D. Recen por ustedes, es de hipócritas afirmar que nosotros no lo hacemos.

 

 

José Antonio del Rosario