LA DECADENCIA DE UN PAÍS
Desde el mandato
presidencial de Adolfo Suárez (1976-1981), hasta el de Pedro Sánchez, ningún
partido con representación en la cosa pública cumplió su programa electoral, y
dudo que los cumplan en un futuro. Hace muuucho tiempo que hacer política al
servicio de los ciudadanos y para el engrandecimiento del País quedó obsoleta.
En el siglo XXI lo
correcto es hacer políticas al servicio y beneficio de los Clanes
Políticos-Familiares y Amigos varios, “hoy sería incorrecto y fuera de lugar,
llamarles partidos a los que partidistamente colocan al resto de los ciudadanos
en las más absolutas carencias” Los Clanes se afanan en hacer políticas de
acoso y derribo para sentar sus posaderas en un sillón de poder, les importan
un carajo que el País y la mayoría de sus ciudadanos continúen en una peligrosa
decadencia.
Para nuestra desgracia,
esta nueva pandemia despertó nuestros sentidos haciéndonos comprender que este
no es el camino para ir de la mano de los Clanes y sus devastadoras políticas.
Para desgracia de los Clanes, la mayoría de los ciudadanos tenemos que movernos
de nuestras aparentes cómodas vidas y exigir que nuestra Constitución se cumpla
a rajatabla artículo por artículo ordenado por el Poder Judicial de Estado,
independiente del Poder Político.
Es hora yá de conseguir
un País libre de corrupción, de mafias políticas y empresariales. Es hora de
luchar por nuestros derechos constitucionales tantas veces obviados con
políticas interesadas.