LA
FAMILIA Y SU OBRA SOCIAL
Nunca
antes habíamos asistido a una presentación de campaña electoral donde las
actrices y los actores interpretaron una obra tan barriobajera, vergonzosa y
zoés, en tantos teatros del territorio nacional. Menos bonito, se dijeron de
todo.
Una vez contados y recontados los votos
emitidos, se anuncia públicamente el puesto en que han quedado en la lista los
diferentes clanes de los que se compone la Familia. A partir de aquí, la
mayoría de los ciudadanos en esta obra ya no pintamos nada. Si están en la
labor de trabajar, como no podría ser de otra manera cuando no se consigue
mayoría absoluta, en abrir la Galería de Subastas y montar el chiringuito para negociar
y vender sillones de poder.
Solo nos queda la impuesta obligación de
sufragar en la Despensa del Pueblo, el millonario gasto que las elegidas y los
elegidos decidan ganar.
Hoy se
conspira abiertamente y al aire libre, pues no tienen vergüenza ni la
discreción necesaria para acallar sus ambiciones, ni pueden llevar en paciencia
su acercamiento al poder porque no cuentan con fuerzas ni tienen elementos de
ninguna clase para reproducir, siquiera sea en pequeña escala, sus pasadas y
fáciles hazañas, y porque al país, al que tantas veces han engañado, burlado y
extorsionado, les conoce ya demasiado, y está decididamente al lado de la
Democracia para combatirles en todos los terrenos.
La obra puesta en escena “El Poder de La
Familia” obra bufa, por cierto, nos demuestra una vez más que no están por la
labor de solucionar la precariedad que asola a la mayoría de los ciudadanos de
este país.
Nunca como ahora se ha puesto en
evidencia el engaño, el descrédito, la impopularidad y la imprudencia de la Familia
política que combate la situación actual, abusando de la tolerancia, de la
benevolencia, con el exclusivismo, con la tirantez y con la actitud rudamente
opresora de gobierno y los modos devastadores en el hundimiento de las
administraciones públicas y del país entero.
En una Democracia real “que aún está por
llegar” y dudo que llegue con estos modelos de Familia política, que por
conveniencias nunca estuvo ni estará a la altura de proporcionarnos estabilidad
y seguridad demandadas por la mayoría de los ciudadanos.
Y la pregunta es; ¿Creen
Ustedes que Al Capone lo habría hecho mejor?