lunes, 29 de diciembre de 2014

HASTA QUE NO LES TUMBEMOS SERÁN LOS MISMOS


 
HASTA QUE NO LES TUMBEMOS SERÁN LOS MISMOS

 

 

 Cuando acudimos a los últimos recursos por la  desgracia, que la crisis por decreto nos azota y agobia continuamente; cuando nuestros pensamientos se pierden en un mar oscuro de dudas y contradicciones que parecen aumentar cada vez más, y cuando la vacilación más nos incapacita, se llega a un estado, en que miramos con cierta tranquila y apática indiferencia la adversidad que nos rodea.

 

 Así es como podemos explicarnos ciertas risas que son últimos llantos, ciertas caras iluminadas de dicha, satisfacción, tranquilidad, que no son otra cosa que manifestaciones posteriores de dudas, contratiempos y agonías. Y es que es tendencia general el olvido, y no se distraen presentes desgracias sino con manifestaciones de estériles alegrías. Ley general de lo humano que hace extensivo en el conjunto de los pueblos lo que se nos  ofrece real en el detalle de los hombres, las sociedades experimentan a su vez este período cínico de calamidades, precursoras de próximas tragedias.

 

 Veremos unida a la decadencia de un pueblo, la embriaguez de los sentidos y el libertinaje en las acciones de aquellos que juraron y perjuraron defender; con el vaso en la mano, brindaran por la orgía en los hechos, veremos que desafiarán en las páginas de la historia la feroz lucha de un pueblo en vísperas de hundirse. No nos vale que sus oradores enternecieran a las masas populares desde la tribuna de las arengas; no que sus legisladores escribieran grandes principios de derecho en sus códigos, nada de esto nos vale. ¿Acaso no lo siguen intentando con palabrería vana, retórica infecunda y embuste intencionado? Puede que esperen del pueblo la sumisión plena, una vida aletargada en las pasiones y la esclavitud diaria, sin un fin futuro.

 

 Veamos y estudiemos el hecho. Al comienzo de sus campañas electorales nos prometen tiempos nuevos, leyes más justas, trabajo y bienestar, enseñanza y sanidad futuristas, etc, etc....... Que colocarían al País a la cabeza de Europa y del Mundo. Fuera del mapa, vamos. Provistos de avituallamiento para el recorrido, suena el disparo de salida, besan cruces, medallas, estampitas y se desean suerte. Esta es la última campaña parida, de momento.

 

 Estamos convencidos de que los problemas de España tienen solución y de que los españoles tienen futuro. El programa del Partido Popular. Un programa para crecer y generar empleo, para apoyar a nuestros emprendedores, y para garantizar la educación, la sanidad y el bienestar de todos, sin excepción.

 

 Casos estos harto presentados y que llegan por lo mismo a constituir regla general a fuerza de hacerse patentes, no necesitan más ejemplos, no obstante, todavía muy marcados y. muy oportunos, por ser nacional, el mentidero político español que celebran con los regocijos al uso.

 

 Culminaremos el saneamiento y la reestructuración del sistema financiero en la Banca y Cajas de Ahorros  y exigiremos las responsabilidades debidas a aquellos gestores que hayan incurrido en una administración desleal o negligente.

 

 Pondremos en marcha una reforma integral del mercado de trabajo que dé respuesta al drama social sin precedentes que representa un país con cinco millones de parados.

 

 El paro masivo y la incertidumbre asociada a las rentas familiares han deteriorado los niveles de accesibilidad a la vivienda en propiedad y han provocado un fuerte aumento de las ejecuciones hipotecarias.

 

 El Partido Popular promoverá que todo alumno tenga las mismas oportunidades educativas con independencia de su lugar de residencia y de su situación socio-económica. La mejora de la educación. Esta es la clave de una sociedad de oportunidades.

 

 La sociedad española comenzó este siglo llena de optimismo.  La desconfianza se ha traducido en parálisis y pocos son los que se atreven a poner en marcha un proyecto de futuro. La crisis está dañando las expectativas que los españoles tienen sobre su futuro.

 

 El Partido Popular se compromete a garantizar el acceso universal a las prestaciones sanitarias con altos estándares de calidad. Velaremos por la atención continuada de los pacientes y por la igualdad de oportunidades en el acceso real a los servicios sanitarios.  La aprobación de la ley de la dependencia respondía a una necesidad real de la sociedad española.  El Partido Popular está comprometido con el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones.

 

 Situaremos a las administraciones públicas españolas como un referente internacional en transparencia de la gestión de los asuntos públicos.

 

 La lucha contra la corrupción es uno de los objetivos principales del Partido Popular, ya que el funcionamiento del sistema democrático no debe quedar nunca en entredicho por actitudes permisivas, indolentes o exculpatorias ante la gravedad de determinados comportamientos.

 

 Reforzaremos la presencia policial en calles y barrios. Mejoraremos la coordinación entre todos los cuerpos policiales.

 

 La justicia es un poder del Estado, la garantía última de los derechos y libertades de los ciudadanos. De la efectiva protección de los derechos e intereses de los ciudadanos depende la credibilidad del marco institucional, y la realización de la seguridad jurídica.

 

 La tierra de España pareció pequeño campo a sus conquistas absorbiendo ciudades, barrios y pueblos, sin que pareciera saciarse su apetito; la sed de la dominación se agitaba en “La Familia del Viernes” y en el resto politico-familiar, como una fiebre sin fin creyéndose dueños tal vez para siempre de aquel poderío que, algún tiempo después, se convertiría en humo.  Si avanzamos otro poco en la historia, los pueblos españoles se nos presentan míseros y arruinados, rechazando el modelo futuro por decreto impuesto, que los colocarán a los límites conocidos de un abominable pasado reciente.

 

 Y de un salto brusco nos trasladamos a los últimos tiempos, viéndoles hundirse en tranquilas disertaciones filosóficas, buscando en la calma y el abandono un paliativo a sus desgracias. Les contemplamos agotados por las invasiones ciudadanas que, cual oleadas de un mar inmenso se les viene encima, consumiendo el esfuerzo para la resistencia en la infecunda lucha que imponen, en prácticas deleitosas de sensual doctrina o de dictadura estoica, manifestaciones ambas que son la negación de la vida en los pueblos y la señal de su mudable destino en los tiempos.

 

 En todos ellos observaremos siempre que no cesa de correr el llanto para dar paso ala histérica risa, en esos momentos terribles que deciden el futuro de su catecismo. Y es, que los Partidos políticos en su soberbia, quieren morir con la cabeza erguida y el desprecio en los labios para, por no humillarse, no hacerlo ni ante la ley inflexible que decide de la suerte de las cosas.

 

 Vemos derrumbarse, en medio de la impavidez o de la indignación, todas las instituciones que componían nuestra sociedad: leyes, costumbres, religión, política, enseñanza, sanidad lodos sus factores en una palabra; con rabia no contenida muchas veces vemos desorganizarse todos estos elementos constitutivos de la vida de los pueblos. Pues bien; cuando los ciudadanos llegan a este estado de atonía y aniquilamiento que señalo, cuando en ellos todo sentido moral es un horrible vacío que nada ocupa; al frente de sus destinos colocarán a los hombres y mujeres necesarios, indispensables, en la situación creada, para dar a tal estado su cumplido término. La mayoría de los ciudadanos no abandonaran el puesto, no cederán el lugar, si no que antes bien, envueltos en la razón y las leyes, encaramados en la cúspide de la coherencia,  parecerán más mensajeros de una gloria sin límites que precursores de una evidente e inmensa desgracia.

 

 No es un ejemplo aislado, sino en todos los casos en los cuales complejo se presenta el fenómeno, son los mismos hombres y mujeres. No crean que unos fueron los      nacionales y otros los comunistas, y a su vez otros los monárquicos  y otros.... nó, son los mismos; el mismo ropaje les cubre, la misma avaricia les mueve, la misma        corrupción los domina, la misma política les guía, el mismo fin les mueve. Para esta clase de hombres y mujeres no hay desgracia posible.

 

 En todas partes de España están demostrando la dicha y el gozo que reboza de sus   labios, empuñando la áurea copa del placer en la mano por el gran negocio            conseguido con  imaginación y venturas sin cuento, alegrías sin término, ocultando las desgracias públicas tras el ropaje de frases retóricas de estudiado efecto.             En sistemas democráticos aparecen transformados y degenerados en bufones y       cortesanos. No hay gobierno, ni parlamento, ni senado, ni diputación, ni cabildo, ni ayuntamiento que no les sirva de albergue.

En pieza el Cambio:


 Con una  deuda pública que supera el billón de Euros, a pagar soberanamente por los ciudadanos sin que esto le importe demasiado al Gobierno de turno y al resto politico-familiar, por las necesidades que estamos pasando.


 Prima de riesgo: Es el sobreprecio que exigen los inversores por comprar la deuda de un país. En la cual el presidente de un País nada pinta.

 Una tasa de paro que supera los seis millones. Cuatro de cada diez parados no cobran ninguna ayuda económica. Rondan los tres millones de hogares en los que no entra ningún ingreso.

 Un Gobierno que ignora por completo cuántas familias han sido desahuciadas, se calcula que más de 500.000. Si calculamos tres miembros por familia el resultado escandaloso sería de 1.5000.000 ciudadanos. El Gobierno también ignora cuantos suicidios han provocado los desahucios hasta la fecha.

 El descalabro de una Seguridad Social Pública que está dejando demasiados muertos por falta de atención y quieren privatizar a toda costa.

 Una Enseñanza Pública que está dejando un reguero de analfabetos que quieren privatizar.

 Con administraciones, servicios y empresas públicas privatizadas o            semis-privatizadas con una falta de atención personal y material, que ralla lo esperpéntico, que nos cuesta muchos más millones de euros que si fueran totalmente públicas.

 Con un presupuesto multimillonario en el Congreso, Senado, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Cabildos, Ayuntamientos y demás puestitos donde el descontrol del dinero es más propio de mafias que justa administración.

 Una administración de Justicia que más parece un estercolero, que carece de jueces, fiscales, personal y espacio.

 Con una Ley ciudadana en la que el País parece más un campo de concentración propio de dictaduras que de una sociedad democrática. Etc, etc............

¿Y si esto le produce a Usted, un cabreo de mil pares de cilindros? El Presidente de nuestra Nación, nos desea Feliz Navidad y Prospero año 2015.

P.D. Para mear y no echar ni gota.     

   

       José Antonio del Rosario

 


 
 
 
 
 
 

lunes, 22 de diciembre de 2014

COSAS PASAN Y VEMOS



Cosas pasan y vemos

Es inconcebible lo que pasa y veo. Que si no las presencio me resistiría a creer pudieran tener lugar, aunque me lo afirmasen personas veraces.

Se ha llegado a unos tiempos en que no se respetan los intereses legítimos, en que la tropelía reemplaza a la justicia, en que la influencia todo lo invade y lo domina, en que el mérito no es apreciado, en que se desatiende lo verdaderamente útil y solo tiene aceptación lo esperpéntico y superficial; pero nunca llegué a sospechar, ni a concebir, ni remotamente pasó por mi imaginación, que los elegidos electos de velar por los intereses del pueblo, que los encargados de atender sus necesidades y de tramitar órdenes en este sentido y hacerlas respetar fuesen los primeros que hicieran caso omiso de ellas y autorizasen con su conducta hechos anómalos, sucesos escandalosos y hasta puede decirse verdaderamente punibles.

Cuando se desconoce de tal manera la Ley, cuando se dictan Ordenanzas que luego no se procura hacerlas cumplir, cuando se toleran abusos que de ninguna manera debieran ser consentidos, cuando se autoriza con la indiferencia y la inacción hechos sumamente reprensibles por los que tienen el deber de amparar la Ley, de velar por el orden y buen gobierno de una población, ¿que pretenden que hagan sus ciudadanos, si los que están en el caso de dar el ejemplo son los primeros que desconocen sus deberes y se la pasan por el arco del triunfo?

Ciertos ciudadanos (demasiados yá) en vista de que todo se tolera y se consiente, en vista de que nadie le impide el ejercicio de sus acciones, realiza aquello que más le agrada y le conviene, aunque lo que haga moleste a la mayoría, y hace bien; puesto que su incivismo se lo permiten aquellos que tienen la obligación de hacer cumplir la Ley.

Se publican las Ordenanzas municipales, y en presencia del sinnúmero de artículos que contiene y de las medidas que se adoptan, salvo algunas que me parecen irritantes y otras desacertadas, digo pues, ahora sí que nuestra población va a estar bien regida, puesto que casi todos los casos están previstos, los artículos son terminantes y el rigor de la ley caerá sobre el qué delinque; y entusiasmado con esta consoladora esperanza doy las gracias a los Gobiernos de los Municipios por haber dado a luz un reglamento local que, a excepción hecha de algunas disposiciones, merece mi aprobación y la de la mayoría de los ciudadanos.

¡Vana quimera! Mi creencia y la de la mayoría desaparecieron como desaparecen las ilusiones que trunca un rudo golpe de fortuna.

Pasan días, y todo sigue en el mismo estado y pasotismo que antes de publicarse las Ordenanzas; pasan meses, y en lugar de cortarse los abusos e incívicos modos, se extienden más y mas; hay pronto elecciones municipales, y espero que entren otros hombres y mujeres que se desvelen más por los intereses públicos; pero probablemente casi serán los mismos, con poca diferencia,continuaran en el mando, y los acontecimientos se sucederán de igual manera que se deslizan hoy.

Nadie me podrá tachar de que ataco sistemáticamente, como se ha dado en decir por algunos para disculpar sus actos, por que el público tiene conocimiento de las Ordenanzas (que para eso se publican) y presencia como la mayoría de los ciudadanos lo que ha pasado y está pasando, y como yo lamentan, aquella parte sensata del orden, tanto descuido, tanto abandono y tan inconcebible conducta, dadas las disposiciones que para el buen gobierno se redactaron.

¿No está terminantemente prohibido arrojar inmundicias y aguas sucias a las calles?

¿No está terminantemente prohibido las deposiciones de los animales en aceras, calles, plazas y jardines?

¿No está terminantemente prohibido los escándalos en locales no insonorizados y en espacios públicos?

¿No está terminantemente prohibido el grafiti en los exteriores de edificios, paredes, aceras, calles, escaparates, mobiliario urbano, etc....?

¿No está terminantemente prohibido aparcar en las aceras del Municipio?

¿No está terminantemente prohibido las discotecas y ruidos a alto volumen en calles, comercios y hogares que contaminan el ambiente?

¿No está terminantemente prohibido que las terrazas de cafeterías impidan el paso de discapacitados y peatones?

¿Es correcto que un policía local, funcionario o cargo electo, se dirija a un ciudadano sin un mínimo de educación y dando la impresión de que le está perdonando la vida?

Estas y otras medidas más que ahora no recuerdo y que no se cumplen. Entonces, ¿qué hacen los agentes, funcionarios o cargos electos municipales, que parece se ocultan para no presenciar nada de lo que acontece?

¿Qué, no han recibido órdenes de las autoridades que gobiernan? Y si las han recibido ¿por qué no las cumplen?

¿No tienen conocimiento las autoridades de lo que está pasando? Lo niego, y lo niegan la mayoría de los ciudadanos porque constantemente estamos denunciando abusos y no se corrigen.

¿Qué hacen, pues, las autoridades municipales que no inspeccionan las calles, que no vigilan desproporcionados e inadecuados modos para cerciorarse si cumplen o nó, con sus deberes. Están en sus casas o entretenidas en grata tertulia, u ocupadas en sus quehaceres particulares.

¿Y de esta manera se administra una población, concretándose a echar unas cuantas firmas o asistir a los plenos y fiestas varias? En absoluto, lo niego.

La mayoría de los Gobiernos Municipales no se molestan en inspeccionar sus ciudades, barrios y pueblos, porque no son de su agrado trabajar tanto para quienes les paga; no pueden ocuparse de estos asuntos porque tienen que desatender sus negocios particulares, cuya profesión ejercen aunque estén a tiempo completo en el Consistorio, y los demás funcionarios con poca diferencia hacen lo mismo.


¿Para qué, pues, se han publicado las Ordenanzas municipales, cuando ni un solo articulo de ellas se cumple? Perdón, se cumplen casi todos a lo que al tráfico rodado se refiere.

Las Ordenanzas las consideramos nosotros los ciudadanos, como un lujo de disposiciones que el Municipio ha querido dar, para que fuera de las población se crea que en Canarias se administra bien, y como una burla al mismo público, pues se consiente todo lo que ellas prohíben.

Por eso decía al principio que era inconcebible lo que está pasando.




José Antonio del Rosario

domingo, 7 de diciembre de 2014

ALGO DE ALGO


ALGO DE ALGO


 En medio de los sucesos naturales de la vida, de manifestaciones diarias que marcan tendencias y el carácter de los pueblos, se desarrollan funestos modismos que se salen del orden regular de los hechos, llaman públicamente la atención y preocupan el ánimo de las personas que siguen atentas la marcha de la sociedad.

 El espíritu investigador e innovador de los siglos tiende a analizarlo todo y a sacar ventajosas deducciones, que sirvieron de enseñanza para los sucesos futuros en la sociedad y en la vida, caminando los tiempos.

 Nuestra sociedad que emprendió una marcha altamente civilizadora, después de larga y porfiada lucha de castas y de escuela, conserva todavía en su seno escorias que no han podido aun fundirse en el horno de la verdad y de la conciencia pública. En el choque continuo de ideas, en el batallar incesante que unifica principios y funde voluntades, las impurezas resaltan y quedan como sobrenadando en medio de la honestidad común que trata de expulsarlas.

 Y por efecto de este choque, la luz que trata de esclarecer la verdad de las sombras pugna por interceptarla. Por desgracia, en este suelo patrio continúa brotando la corrupción que sacude los cimientos de una sociedad, que honestamente quiere avanzar hacia una Democracia sin yugo y en Libertad. La luz logra siempre hacerse paso y penetra las tinieblas, dando de lleno en el rostro de los que sé ocultan en sus misterios.

 En nuestra sociedad existen muchos murciélagos, que el relajamiento y la bajada de guardia a muchos señala, que sus ideales están supeditados al inmundo personalismo, que en el nombre del Estado se explota en provecho individual, son cosas por demás sabidas y saltan a la vista.

 Cuando las instituciones se hallan desmoralizadas, cuando solo se practica la política de la especulación abusiva, cuando sobre toda idea no impera otra que la de dominio, se prescinde por completo del bien público, el tiempo que esto contempla tiene que distinguirse por la corrupción de costumbres y bajeza de sentimientos.

 Ya perdido el norte, que debería presidir las acciones de los individuos y pervertido el sentido moral, no caven más que decepciones en esta obra teatral que subleva toda conciencia honrada, por más que se trabaje por mejorar el destino futuro.

 Hoy, pues, se sigue con creciente avidez en los medios de comunicación la marcha de los sucesos, mientras “La Familia Política” quiere oscurecer en parte las conquistas que la civilización ha arrancado a la ignorancia y al fanatismo. Es tal el personalismo en las decisiones que revisten carácter público, que el ánimo se contrasta al revisar tantas miserias y desigualdades sociales.

 Nunca como ahora es más indispensable la lucha. Es necesario que se depuren los hechos y se penalicen responsabilidades, es necesario quemar las impurezas en el horno de la verdad, es necesario el choque de la honestidad para que resulte una reacción favorable que arrastre como el aire al humo, muy lejos la corrupción y las desigualdades que contaminan la atmósfera social.




José Antonio del Rosario