viernes, 15 de julio de 2011

¿ESTO ES GOBERNAR?


¿ES ESTO GOBERNAR?

Las personas que un tanto alejadas de la marejada política contemplan desesperadamente el papel que representa cada partido político en la presente comedia democrática “como una obra de teatro puesta en escena”, no pueden menos, de hacerse esta pregunta ¿esto es un gobierno?.

 No puede darse nada mas triste ni mas ridículo que el aspecto que presentan los partidos políticos que reunidos se llaman pomposamente gobierno/s. Nada tendría que decir si este nombre fuera exacto, porque según el dicho vulgar, para quién es Juan con María basta, no puedo menos que indignarme del modo de proceder, o mejor dicho, de no proceder de esas nulidades que sumadas forman nulidades inconcebibles.

 Todos los partidos se agitan estos días, ostensiblemente como los de derechas, izquierdas, demócratas, monárquicos y otros tantos de difícil calificación, que en presencia de todos, entran en el periodo de descomposición, revelando las diversas tendencias y formas de manipular a las masas en contra de los unos y los otros, que cautelosamente tratan de recoger los despojos de la lucha sostenida por sus eternos rivales.

 Los mítines, careos y entrevistas en los medios de comunicación se repiten y no se parecen. Primero se reúnen todos y convienen dividirse; luego se reúnen por separado para adoptar una marcha, se redactan programas, se disputa la influencia, y mientras todo esto sucede, ¿Quién gobierna?. El gobierno no habla, ni se le escucharía aunque hablara. Ni significa nada, ni el trabajo por significar algo. Solo nos queda mandarlos a todos al carajo, pero mientras el sistema siga manipulado por la “familia”, nada podemos hacer. Este es el inconveniente de llevar a los primeros puestos los diversos partidos que deberían ir a la “escuela de la política”, puesto que todo se necesita estudiarlo y estudiarse.

 Los gobiernos (central, autonómicos, cabildos, diputaciones y ayuntamientos), en vez de representar una política, un partido, una tendencia de opinión, un gobierno honrado, serio y capaz de sacarnos del pozo en que otros nos han metido, en fin, lo que deben representar, no pasa de ser una reunión de aprovechados particulares que quieren ser ministros, senadores, diputados, concejales, alcaldes y presidentes, aunque sea por poco tiempo, que toleran y ríen cobardemente la justa indignación del pueblo y los distintos medios de comunicación, a trueque de cobrar  después sus grandes salarios.

 En vez de ser los directores de una política determinada, para el bien de un país, son los satélites de un cualquiera. No debemos de extrañarnos que todos nos preguntemos:

 ¿ES ESTO UN GOBIERNO?

No; es una ridícula parodia.


José Antonio del Rosario