Las muestras de rechazo para el jefe del
Estado sumarán así un total de 49 parlamentarios, entre diputados y senadores.
Ninguno de los diputados de ERC, Junts per Catalunya, Bildu, CUP y BNG han
entrado en el hemiciclo. Fuente: El País
Ya es hora de que los servicios jurídicos-laborales
del Estado resuelvan este enquistado asunto político-laboral.
Cualquier persona elegida para que nos
representen en cargo público tiene cuatro años de contrato al servicio del
Estado, el no cumplimiento del mismo de inmediato sería nulo. Se le abonará lo
trabajado, del resto no cobraría ni un euro por incumplimiento laboral. Cualquier
empleado al servicio de una empresa cobra por lo trabajado, si incumple su
contrato no cobrará y será despedido sin derecho a nada.
El personal político elegido por los
ciudadanos para que nos representen firma su nómina mensual para poder cobrar
sus salarios, por consiguiente, son empleados de una empresa llamada Estado.
Han de ser denunciados por los servicios jurídicos-laborales de la empresa como
el resto de empleados de una empresa cualquiera.
La empresa Estado como cualquier otra
tiene un jefe, sea cual sea, es el director de la misma. Si el empleado político
o funcionarial no reconoce tal figura, quién carajo les pagará. Ya es hora de
ir poniendo de patitas en la calle por incumplimiento de contrato a tanto privilegiado
gandul, la empresa Estado se ahorraría cientos de miles de millones de euros.
Pero parece ser, que en el departamento
jurídico-laboral de la empresa Estado, su jefe también incumple su contrato,
pues no es capaz o no tiene los suficientes cilindros para resolver a favor de
la empresa este conflicto laboral. Habrá que despedirlo…. digo yo.
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