LOS
MOSQUETEROS
Para
la historia (cuasi verídica), Los Tres Mosqueteros expresan los ideales de
amistad, honor y lealtad.
Pedro
Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera se han erigido como los defensores
válidos de los ciudadanos para acabar con la corrupción, las desigualdades, las
miserias, la justicia partidista, la enseñanza pública interesada, los míseros
contratos laborales, la precaria sanidad pública, el regalo de dinero público a
la banca, grandes empresas y amiguetes varios, etc, etc.
Estos
tres “Mosqueteros” luchan y pregonan por volver a colocar al País en el Club de
los ganadores, lugar perdido por un gobierno desestabilizador e interesado en
otras prácticas. Pero, para nuestra desgracia cada uno va por su lado, y no es
la fórmula para terminar con nacionalismos y radicalismos.
Estas
son algunas “frases o perlas” que los candidatos al sillón de poder y a la vara
de medir, dijeron en campaña electoral:
Pablo
Iglesias dijo; "Asistimos a la primera entrega
del plan de las oligarquías que temen a la posibilidad de un gran cambio
político en España"
Albert
Rivera dijo; “Usted puede seguir erre que erre, poniendo el sillón por delante de
España”
Pedro
Sánchez dijo; “Yo entiendo
que al señor Rajoy no le guste hablar de política social. Hay muy pocas
personas que hayan hecho tan poco daño en tan poco tiempo al estado del
bienestar”
Mariano
Rajoy dijo; “Yo voy a pactar con los españoles”, “Tenemos un modelo de bienestar como pocos países en
el mundo” “España no es un país corrupto. La corrupción no se combate con
aspavientos, se combate con leyes”
Cada
vez que leo y releo estas emocionadas y patrióticas frases, me dan ganas de
llorar. Es tanta la emoción, que los pelos se me ponen de punta, no lo puedo
remediar. Y me pregunto, los tres primeros espadas ¿Qué han hecho? Llegaron con
aura salvadora, rompiendo moldes y poniendo ejemplos a diestro y siniestro,
pisaron terreno escabroso y propusieron soluciones a tantos desmanes. Se
extasiaron en olor de multitudes, para caer en la trampa dialéctica del
Richelieu.
El
tal Richelieu es hombre ducho en arreglos de terrenos y pócimas de abonos, es un
vigoroso defensor de los derechos de su propiedad (ahora en funciones) y
un firme partidario de las reformas para terminar de colocar al País bajo los
pies de los caballos.
Los Tres Mosqueteros, crearon una trama atractiva impulsada por
el descontento y la desilusión de un pueblo, fue tan popular que los ciudadanos
se formaban para descubrir qué giro de la trama podrían encontrar los
personajes. Pero estos tres espadachines del tres al cuarto, cual carnero
desorientado y temeroso recularon vergonzosamente, y los lectores pronto
descubrieron en qué consistía el giro. Saltaron al terreno con el propósito de
desbancar a los saqueadores, embusteros y embaucadores de promesas, pero, como
corderos en desbandada cayeron estrepitosamente en la trampa del Richelieu.
Si la intención es sólo hacer “carrera” política y vivir a lo
grande a costa del contribuyente, diríjanse al
Convento del
Espíritu Santo,
de la Orden de Clérigos
Menores entre
la calle Zorrilla y la Carrera de San
Jerónimo,
conocido actualmente como “Palacio de las Cortes”.
¿Si el propósito de estos Tres Mosqueteros es devolver a los
ciudadanos el bienestar usurpado, sus vidas y alegrías secuestradas? Aún están
a tiempo, basta con unirse “Uno para todos y todos para uno”
José Antonio del Rosario
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