martes, 12 de julio de 2016

LOS MOSQUETEROS





LOS MOSQUETEROS

 

Para la historia (cuasi verídica), Los Tres Mosqueteros expresan los ideales de amistad, honor y lealtad.

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera se han erigido como los defensores válidos de los ciudadanos para acabar con la corrupción, las desigualdades, las miserias, la justicia partidista, la enseñanza pública interesada, los míseros contratos laborales, la precaria sanidad pública, el regalo de dinero público a la banca, grandes empresas y amiguetes varios, etc, etc.

Estos tres “Mosqueteros” luchan y pregonan por volver a colocar al País en el Club de los ganadores, lugar perdido por un gobierno desestabilizador e interesado en otras prácticas. Pero, para nuestra desgracia cada uno va por su lado, y no es la fórmula para terminar con nacionalismos y radicalismos.

Estas son algunas “frases o perlas” que los candidatos al sillón de poder y a la vara de medir, dijeron en campaña electoral:

Pablo Iglesias dijo; "Asistimos a la primera entrega del plan de las oligarquías que temen a la posibilidad de un gran cambio político en España"

Albert Rivera dijo; “Usted puede seguir erre que erre, poniendo el sillón por delante de España”

Pedro Sánchez dijo; “Yo entiendo que al señor Rajoy no le guste hablar de política social. Hay muy pocas personas que hayan hecho tan poco daño en tan poco tiempo al estado del bienestar”

Mariano Rajoy dijo; “Yo voy a pactar con los españoles”, “Tenemos un modelo de bienestar como pocos países en el mundo” “España no es un país corrupto. La corrupción no se combate con aspavientos, se combate con leyes”

Cada vez que leo y releo estas emocionadas y patrióticas frases, me dan ganas de llorar. Es tanta la emoción, que los pelos se me ponen de punta, no lo puedo remediar. Y me pregunto, los tres primeros espadas ¿Qué han hecho? Llegaron con aura salvadora, rompiendo moldes y poniendo ejemplos a diestro y siniestro, pisaron terreno escabroso y propusieron soluciones a tantos desmanes. Se extasiaron en olor de multitudes, para caer en la trampa dialéctica del Richelieu.

El tal Richelieu es hombre ducho en arreglos de terrenos y pócimas de abonos, es un vigoroso defensor de los derechos de su propiedad (ahora en funciones) y un firme partidario de las reformas para terminar de colocar al País bajo los pies de los caballos.

Los Tres Mosqueteros, crearon una trama atractiva impulsada por el descontento y la desilusión de un pueblo, fue tan popular que los ciudadanos se formaban para descubrir qué giro de la trama podrían encontrar los personajes. Pero estos tres espadachines del tres al cuarto, cual carnero desorientado y temeroso recularon vergonzosamente, y los lectores pronto descubrieron en qué consistía el giro. Saltaron al terreno con el propósito de desbancar a los saqueadores, embusteros y embaucadores de promesas, pero, como corderos en desbandada cayeron estrepitosamente en la trampa del Richelieu.

Si la intención es sólo hacer “carrera” política y vivir a lo grande a costa del contribuyente, diríjanse al Convento del Espíritu Santo, de la Orden de Clérigos Menores entre la calle Zorrilla y la Carrera de San Jerónimo, conocido actualmente como “Palacio de las Cortes”.

 

¿Si el propósito de estos Tres Mosqueteros es devolver a los ciudadanos el bienestar usurpado, sus vidas y alegrías secuestradas? Aún están a tiempo, basta con unirse “Uno para todos y todos para uno”

 

 

 

José Antonio del Rosario

 

 

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