jueves, 18 de agosto de 2016

FATAL IMPRUDENCIA





FATAL IMPRUDENCIA

 

      Lamento profundamente la pérdida del técnico forestal Don Francisco José Santana, como también lamento la pérdida de fauna y flora causada en el incendio de la isla de La Palma y el desequilibrio que todo esto conlleva por un desgraciado accidente.

      En lo que estoy totalmente en desacuerdo es en el “ensañamiento” que ciertos medios de comunicación han emprendido contra el Sr. Scott. Estos medios de comunicación se han metido de cabeza en las hemerotecas para rebuscar toda la porquería de la persona a la que le han pintado la diana para dardearlo por todas partes.

      La prensa amarilla y los programas basura se apresuran en amontonar leña del árbol caído, para luego prenderle fuego ante sus enfervorizados seguidores y continuar fomentado la incultura y el changuerío. Ninguno o casi ninguno de estos medios han pronunciado unas palabras de consuelo hacia el Sr. Scott, por su desgraciada imprudencia.

      Con voz en grito y fingido escándalo montan un espectáculo cuyo único fin, es el despiadado y cobarde ensañamiento contra la persona, acusándolo de pirómano, de maltrato animal, de indigente, de hippy (ser hippy parece que es una enfermedad contagiosa en el siglo XXI), y agredió a muchos vecinos y animales (?), etc, etc. Nadie ha optado por la presunción de inocencia.

      Los medios de comunicación no se ponen de acuerdo en precisar la causa de tan lamentable imprudencia, unos dicen; le dio un apretón y fue a defecar quemando el papel para preservar el medio ambiente, otros; estaba haciendo la comida le dio un apretón y fue a defecar dejando al fuego el caldero, las llamas prendió en una palmera, etc. Parece ser que hizo un fuego controlado para quemar basura y papel higiénico y el viento jugó en su contra.

      Nadie le ha dado la menor importancia de que el Sr. Scott intentó apagar el fuego con unas botellas de agua, ni que diera la voz de alarma, de que saliera corriendo a pedir ayuda a los vecinos para que llamaran a los bomberos y policía. Nadie ha dicho una palabra de que el Sr. Scott se quedó en el lugar de los hechos y se declaró culpable ante la policía. La mayoría de los no pirómanos de este país que provocan tales desastres accidentales, lo primero que hacen es salir pitando a toda prisa llegándoles las patas al culo para desaparecer del lugar de los hechos.

      Ya es bastante la desgracia del Sr. Scott, vive en ruinosa casa de okupa, siempre con su perro. Ama la naturaleza, no fue su intención. Su desgracia es aún mayor, pues tendrán que pasar por el juzgado y cumplir la pena impuesta por tan lamentable desastre “NO INTENCIONADO”

Tiempo hace en que los redactores de prensa, radio y tv contrastaban la veracidad de las noticias para sacarlas a la luz pública.

 

José Antonio del Rosario

 

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