lunes, 23 de julio de 2012

EL RESPETO A LA LEY Y A LA SOCIEDAD



EL RESPETO A LA LEY Y A LA SOCIEDAD








Mensajes de ayer con plena vigencia hoy.


  ¿Qué representa en la sociedad la existencia de uno o más individuos, sean quiénes fueren, que no cumplan sus deberes sociales?. Esta “FAMILIA POLÍTICA”  que “miente, que falsea los hechos“, en la sociedad en que vive, debería empezar por despreciarse así misma y con su mal proceder da lugar, para que los demás ciudadanos la desprecien también. La “FAMILIA” en el poder, está segura de lo que dice, de lo que transmite, de lo que ejecuta, de lo que DECRETA, está tan segura de si misma, que es como el mentiroso, que de tanto mentir, al final, se cree sus propias mentiras.


 Con una “FAMILIA” en el poder sin mutuo respeto, no puede haber verdadero orden social, ni firme confianza, ni crédito, ni leal y honrado comercio. Habrá si, desconfianza, enemistades, rencores, venganzas, recelos y generales descréditos. Cuando esto, resulta en una sociedad que se estime, todos los individuos que la componen, deben ponerse, de acuerdo y hacer “el vicio“ en todas partes, a esos hombrecillos sin pudor ni vergüenza que en casos tales siempre están dispuestos a acometer las mayores bajezas, hasta llegar a la practica del robo descarado y único. Es tanto el descaro, la arrogancia, la prepotencia y el endiosamiento, que están tan seguros de nuestra SUMISIÓN, que no les temblara el pulso para dejarnos en la más absoluta miseria y ruina. Convenientemente continúan dando pleitesía a la lacra “ESPECULATIVA Y MAFIOSA” y seguir postrada a los pies de su AMO.


  Pues, en sana doctrina social, el resultado de tales vicios, siempre atendibles con preferencia a todo particular, y vicioso interés. Nuestras leyes son muy sabías, (intencionadamente con demasiados vacíos legales) sin duda alguna, pero caen en manos de la “FAMILIA POLÍTICA”  que no sepa estimarse, que no sepa respetar la pureza de las leyes que se le entregan para su aplicación, y las desacredita, y las mata, faltando a su sagrado deber, así como al respeto de esas leyes y al de la sociedad, que tal  cargo le ha confiado.   Esa “FAMILIA” debe ser castigada, con mano dura, la Ruina que nos amenaza. Suele decirse, que el pueblo tiene derecho a imponer su voluntad, siempre que vaya del derecho acompañada, llevando la justicia. Como Buena Consejera. El Poder Judicial debe intervenir con mano dura y justa, sin orden ni manipulación del Poder Político, pues, se le presupone independiente.


  Ningún gobierno está autorizado para burlarse así de la desgracia de un pueblo (en el que él mismo nos metió). Cuando no se sabe cumplir con el deber que el cargo impone, el irse a su casa es lo mejor; y cuando se obstina sistemáticamente en desgobernar a un pueblo por el solo placer de disfrutar el poder, entonces es el pueblo quien a latigazos debe despedir y condenar a los inútiles de un puesto que nunca debieron ocupar.




José Antonio del Rosario