A CANARIAS NI AGUA
La ministra
Ana Pastor traslada a los españoles “que
los canarios son unos privilegiados y que viajan casi gratis” y considero
que sea, “por su mala fe”. Se
eliminan las ayudas al transporte y las subvenciones a los billetes de avión
que perciben los residentes en este archipiélago. No se contemplan en los
presupuestos generales del estado para el 2.013.
El recibo del agua en Canarias aumentará hasta un 50% como
consecuencia de la desaparición de la subvención a las desaladoras de las Islas. Así lo alertaron ayer el portavoz del
Ejecutivo autonómico, Martín Marrero, y el director general de Industria, Juan
Antonio León, que instaron al Gobierno central a "corregir sí o sí"
la supresión de esta partida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE)
para 2013.
El agua, todos
dependemos de ella, el campo y los centros urbanos. Representa un bien escaso,
como lo es en Canarias y gran parte del Planeta. Sin comprender por qué, en
Canarias ha sido fácil presa de la iniciativa privada, caciquil, un negocio,
con frecuencia, colmado de chanchullos: mermas en las horas, libros de galerías
robados, hojas arrancadas en otros para borrar trampas y desfalcos..., obrados
por unos personajes a quienes determinados políticos -que hoy se codean con
ellos- llamaron una y otra vez “aguamangantes”.
Mucha gente no sabe que en las Islas no hay ríos.
El régimen de propiedad y gestión histórica
quizás sea la primera singularidad de la cultura del agua en el archipiélago.
Hasta la aprobación, en 1987, de la primera y conflictiva Ley de Aguas de la
Comunidad Autónoma de Canarias, la mayor parte de las captaciones de aguas eran
“y continúan siendo” de propiedad
privada, casi siempre estructurada en heredamientos y comunidades de regantes.
Los efectos de su sobreexplotación, entre
finales del siglo XIX y mediados del XX, al introducirse los cultivos de
exportación (plataneras y tomateros), se recurrió a nuevas obras e ingenios
hidráulicos (pozos, galerías, presas, canales…), los que tuvieron un gran
desarrollo y agotaron los afloramientos de agua.
Entre finales del siglo XIX y principios del
siglo XX, con la nueva legislación estatal del agua, las antiguas heredades se
transformaron en comunidades de regantes. Y se crearon otras nuevas
comunidades, pues la demanda de agua para los nuevos cultivos (cañadulce,
plátanos y tomates) determinó la búsqueda de nuevos recursos hídricos con
capitales privados en la perforación de pozos y galerías o con la construcción
de presas.
Actualmente se contabilizan un total cercano a
los 5.000 en todo el Archipiélago, de los que un 50% se localiza en Gran
Canaria (una isla completamente horadada), un 38 % en Fuerteventura, un 7% en
Tenerife, un 3% en Lanzarote, un 1,1% en La Palma, un 0,6% en El Hierro y un
0,3% en La Gomera.
En Canarias se contabilizan un total
aproximado de 1.500 galerías, de las que el 63% están en Tenerife, en las zonas
medias (400-500 metros sobre el nivel del mar), y en dirección, por regla
general, al acuífero de la gran dorsal y base del Teide. Un 23% están en Gran Canaria;
un 11% en La Palma y el 3% restante en las otras islas.
Agotados los acuíferos, a finales del siglo
XX, se dictan nuevas leyes, el agua pasa a ser bien público y se presentan
alternativas nuevas de generación del agua como lo es la desalación. “Los aguatenientes aran una vez más el negocio del
siglo”
El agua de regadío en Gran Canaria llega al precio récord de hasta 40 euros la
hora, con un caudal de 36 metros cúbicos. Actualmente, el coste de un metro
cúbico de agua de abasto en Canarias ronda los 2 euros, (aplíquele Usted el
40%+) mientras en cualquier otra región autónoma “y teniendo ríos” su precio es de alrededor de 1,20 euros. Canarias
cuenta con unas 330 desaladoras. En el resto del país mas de 700.
¿Suprimirá la “FAMILIA” en el poder la subvención a las desaladoras del
resto de España? Lo dudo.
Una vez más, el “jefecito” en el poder del gobierno de la
Nación, nos manda el recado de seguir “jodiendo” a todos los canarios.
José Antonio del
Rosario