LA
MARCA ESPAÑA “EL PELOTAZO” CON MÁS DE 30 AÑOS DE ANDADURA
“EL PELOTAZO” como marca España y la Corrupción
campea a su antojo, en provecho y beneficio de la Familia Política de este País.
Más de treinta años recorriendo el Mundo y dándose a conocer como la más
prestigiosa marca europea. En tan poco tiempo, han demostrado al Mundo las
ventajas de la marca registrada. De cómo poner de rodillas, de cómo humillar,
de cómo arruinar y empobrecer a toda una Nación.
Empeñada por su propio beneficio, en privatizar
los Servicios y Empresas Públicas con malas prácticas, charlatanerías vulgares de
vendedores y verborreas varias, quieren hacernos creer que en las
privatizaciones el Estado se ahorrará millones de euros anuales. “EL PELOTAZO”
como marca España y la Corrupción como práctica de enriquecimiento, nos
demuestran los cientos de millones de euros anuales que el Estado (los
ciudadanos) tenemos que pagar, sí o sí. ¿Cuándo el Estado vendió los Servicios
y Empresas Públicas a la Familia Política?
Estos "caciques" políticos y
empresariales como estamos viendo, con fuertes intereses gremiales y económicos
en la privatización de Servicios y Empresas Públicas y con una notable
tendencia política al autoritarismo y a la ultraderecha. La situación política
es similar en todo el País, donde frente a la corrupción y al despilfarro, sólo
la masa obrera, educadores, catedráticos, ingenieros, arquitectos, autónomos, sanitarios, médicos y pacientes
con los Comités de Empresas han denunciado la caótica situación. Pero no han
tardado las represalias y los despidos son masivos. Esta situación lamentable,
que es sólo un pequeño panorama del tejemaneje montado alrededor del
"negocio" de las privatizaciones Públicas, tienen sus culpables y
tienen sus padrinos.
¿Dónde están aquellas ofertas de
reorganización de los Servicios Públicos? Hay que hacer una nueva España. Una
nueva España rejuvenecida, robusta, con las venas henchidas por la savia del
trabajo, de la justicia, de la libertad, que sustituya a esa España decrépita
que se ha hundido al empuje de sus derrotas. ¿Qué resta de esos propósitos, de
esos alientos? Más de treinta años del “EL PELOTAZO” como marca España, dos
años lleva “LA FAMILIA DEL VIERNES” en el poder de la Nación; la labor de esos dos
años son migajas desparramadas en decretos, recortes, copagos, repagos,
privatizaciones, cuya eficacia nunca percibirá el país. Pero si percibe la
ineficacia de gestión de un gobierno incapaz de resolver las necesidades de los
ciudadanos.
Sabido es que el mal gobierno, hace política
para su propio beneficio y con todo perjudicarnos grandemente con sus consecuencias,
ha sido siempre, en todas épocas, quien nos ha hecho pensar en buscar los
medios que nos conducen a disfrutar del bien. Por esto es por lo que los
pueblos que se han visto sumidos en la miseria, han luchado por el disfrute de
la abundancia; por esto es por lo que los individuos, pertenecientes a
cualquiera de las clases
sociales, que se les ha oprimido, han hecho propaganda en pro de su legítima
libertad; por esto es por lo que, por carecer de la debida ilustración para
relacionarse con sus semejantes, los que han permanecido en la más bochornosa
ignorancia, han luchado para hacer valer sus derechos como hombres y mujeres;
por esto, en fin, es por lo que hoy la ciudadanía, comprendiendo todos los
males que la aquejan, a la vez que la degradan, busca los medios prácticos que
tiendan a hacer desaparecer de entre ella tanta miseria, tanta injusticia,
tanto vicio, tanta corrupción.
Todos sabemos el creciente desarrollo que el
comercio, servicios y empresas públicas (no duplicadas en las diferentes
administraciones y sistemas de Gobierno) fueron adquiriendo entre nosotros; que las
industrias y los Servicios Públicos aumentaron en nuestro País; que la
frecuente llegada a los puertos y aeropuertos de mercancía y turismo de las
distintas naciones, nos hicieron mucho beneficio; que en una palabra, el
progreso se fue introduciendo en nuestros pueblos de una manera asombrosa, y, hoy
sin embargo, esas miles de empresas arruinadas, ese turismo barato que nos
visita y los trabajadores a quienes les va siendo cada vez más imposible la
vida en España, donde el corto jornal que se les abona no está en relación con
la carestía de los artículos de primera necesidad ni con la subida de los servicios públicos, ni
con la subida desproporcionada de impuestos, ni con los grandes sueldos de la
“FAMILIA POLÍTICA”. Esto, unido a que no perciben muchos de ellos, ninguna prestación;
que por ser muchas las horas que trabajan los dedicados a determinadas faenas,
no les queda ni tiempo para asistir a ningún sitio en que respiren otro aire
más puro que el turbio y asfixiante de los comercios y las fábricas, puedan
distraerse agradablemente; que no vislumbran otro porvenir para la vejez que la
indigencia, les hace vivir de una manera triste y aflictiva.
Gobiernos prestigiosos, honrados, política y
administrativamente moral, que elevaron a la población a una altura de progreso
y desenvolvimiento envidiables e hizo sonar su nombre en los pueblos que lo observaron
como norma de conducta, sucumbió bajo el peso irrespetuoso y denigrante de
aquel caciquismo que nos condujo a la corrupción y a la ruina. El Gobierno
conservador ha encerrado su gestión en la defensa de sus puestos, y aun ahora
se mueve en esa zona de intriga mezquina, cualesquiera que sean las personas
que intervengan, donde la astucia ramplona y la sutileza egoísta arraigan, pero
no florecen el sentimiento del deber, el amor patrio y la comunión estrecha con
las ansias y las congojas del desventurado ciudadano, Hoy mismo, ¿tenemos
Gobierno?
¿Dónde está?
¿Cuál es su obra? Hay que exigir estrecha cuenta del tiempo perdido. Hay que
obrar por propia cuenta para salvar lo que resta, para levantar el ánimo
abatido y desesperanzado de nuestro pueblo. Hay que poner fin a una situación
vergonzosa para la nación española, befada y escarnecida por cuantos extraños
contemplan su cobardía inexcusable, ante un Gobierno desconcertado e inepto. Los
ciudadanos no nos merecemos que una pandilla de inmorales, insensibles a todos
los males (por ellos impuestos) que aquejan al País. Como tampoco nos merecemos
la escandalosa corrupción practicada por la Familia Política y Empresarial, que
deja a la mayoría de los ciudadanos con el culo al aire ante el Mundo. Carecemos
de una Constitución que sancione dura y ejemplarmente estos modos de apoyarse
en la política para llenarse los bolsillos, carecemos también de un Poder
Jurídico Independiente capaz de meter en cintura a esta Panda de Indeseables.
Los sondeos consultados, dan por hecho que la Familia Política no contempla
estas y otras modificaciones constitucionales, no le conviene, le quita poder
adquisitivo y privilegios varios. La Marca España “EL PELOTAZO” continúa
gobernado la Nación.
La pregunta
es: ¿Querrán los ciudadanos de este País que tengamos Gobierno, que sepa y
quiera cumplir con su deber? Por la apatía, el conformismo, la cobardía, esta
guerra no es la mía o por miedo a luchar por un bienestar y unos derechos por
justicia conquistados en cientos de batallas. Yo diría que NO.
José Antonio
del Rosario
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