INVASIÓN Y VENDETTA
El ciudadano
canario siempre ha hecho gala de “Civismo,
Educación y Respeto” como buenos seguidores de cualquier evento
deportivo o cultural. Cada vez que se produce un hecho vandálico (reprochado y
denunciado por la mayoría de los ciudadanos canarios), varios medios
informativos nos catalogan como mal educados, patanes, incultos, incívicos y
demás insultos descalificadores. Pero también he de decir, que hay informadores
de prensa (y algún que otro periodista) desestabilizadores y golfos que
aprovechan cualquier evento deportivo o cultural para dar forma por medio de la
escritura, a sus más bajas pasiones. Pero también tengo que decir, que hay informadores
y periodistas cualificados y serios.
La locura de una pandilla de gamberros descerebrados
y violentos, que habían estado bebiendo (dicen) en un ‘botellón’ varias horas
antes, estuvieron una media hora aporreando las puertas de entrada al estadio y
cuando las abrieron (quien dio la orden) entraron sobre todo por la puerta de
la Curva Sur al grito de “invasión,
invasión”. Incluso la prensa se vio involucrada. Esta pandilla
de golfos no se concentró sólo en destrozar todo a su paso, también amenazaron
e insultaron a jugadores rivales, a los de casa, policías, seguridad privada y
cuanto aficionado se encontró a su paso.
El presidente de la U.D. Las Palmas, dijo que
"la Policía es la
que tiene la responsabilidad. Hay que
recordarle al presidente de la U.D. que
“el control depende del organizador del evento”.
Pero lo triste y desafortunado, es que un sector de aficionados y seguidores de la U.D. Las Palmas pretendan tomarse la justicia por su mano y con su idea, el remedio podría ser incluso peor que la enfermedad y podría tener fatales consecuencias.
Pero lo triste y desafortunado, es que un sector de aficionados y seguidores de la U.D. Las Palmas pretendan tomarse la justicia por su mano y con su idea, el remedio podría ser incluso peor que la enfermedad y podría tener fatales consecuencias.
Unos aficionados y seguidores han creado una
plataforma en las redes sociales (son sociales
o no) para identificar
a los energúmenos que saltaron al césped, pretenden encontrar a
esos golfos que invadieron el terreno de juego para darles una
“paliza, entre otras salvajadas más”.
Es decir, han creado una plataforma con fines
vandálicos por un evento futbolero, por un solo partido (entiendo y comparto la
frustración, desilusión y cabreo de aficionados y seguidores, el llanto
desconsolado de niños, jóvenes y mayores por una oportunidad perdida). Pero
estos aficionados y seguidores de la U.D. Las Palmas, no han sido capaces de
crear una plataforma en las redes sociales para denunciar las devastadoras
políticas sociales, sanitarias, educativas y laborales, puestas en marcha por
los que pregonan representarnos en Canarias. No han hecho una plataforma para
manifestar su descontento y repulsa a las políticas que deja a cientos de miles
de familias en la calle, a cientos de miles de ciudadanos sin trabajo y sin
recursos, y lo que es peor, inhumano y salvaje, a cientos de niños desnutridos por
hambre y miserias, y en el más absoluto umbral de la pobreza.
Parece ser, que para un puñado de aficionados
y los que piensen como ellos, es más importante y social crear una plataforma
para identificar, localizar, acosar y escarmentar con sus vendettas la
frustración de un partido de futbol para darle a entender a una pandilla de chatarras, quienes son y
qué representan. A la sociedad, seguro que no.
Sabido es, que estos pandilleros revienta-eventos,
están al acecho en donde estos se celebren para hacer su particular y ruidosa
entrada, con el consiguiente temor, miedo y cabreo de los asistentes. Sabido
es, que en donde estén estos violentos gamberros nada terminará cívicamente
bien. Sabido es, que en la mayoría de los medios de información, el periodista cualificado y serio denuncia
estos desafortunados comportamientos de violento salvajismo.
Y sabido es, que las autoridades competentes
están debidamente informadas para tomar cartas en tan desproporcionado y peligro
asunto. Si estos desgraciados hechos en eventos culturales y deportivos, se
hubieran producido en conferencias, charlas, mítines o en cualquier otro lugar
donde esté un político o grupo de ellos, si, esos que pregonan representarnos,
la maquinaria judicial se pondría de inmediato en marcha para localizar,
detener y sancionar debidamente al loco que amenazó en las redes sociales, la
incitación xenófoba de las masas con mensajes de criminalidad y terrorismo.
Recordarle a Sus Señorías y Cuerpos de Seguridad del
Estado, que Ustedes también nos representan y están al servicio de la
ciudadanía, no sólo los políticos (estos aún están por definirse).
José
Antonio del Rosario
No hay comentarios:
Publicar un comentario