¿UN NUEVO ORDEN PACTADO?
Si el conflicto laboral,
sanitario, social, educacional y corruptivo, continúa avanzando, debemos
prepararnos para un nuevo orden dictatorial. ¿Cuándo un partido político desde
el Gobierno de la Nación, deroga por decreto las leyes fundamentales
conseguidas democráticamente por los ciudadanos? Estos, no tienen otro recurso
que ir a una huelga, cien huelgas y miles de huelgas si fueran precisas. ¿Son
motivos suficientes para implantar una dictadura? Esta jamás tiene justificación
cabal, sino en la mente de quienes aspiran a que el mundo sea, camine y
funcione como a ellos se
les antoje.
Decididamente no. Esas
huelgas y esos conflictos que ahora surgen en España cada día, no son sino la
consecuencia de la dictadura que durante 40 años tuvo sometida a España al
silencio, al ostracismo, a las persecuciones, a las deportaciones, a las multas
extralegales. Porque la dictadura no resolvió nada; apelando a su poder que
abrazaba y comprendía todo ahogó toda petición y toda protesta, dando así la
sensación de que los ciudadanos vivíamos en un idílico paraíso y nada nos hacía
falta ni apetecíamos.
El nuevo orden que nos
quieren imponer los dos partidos que desde 1982 se han repartido la gobernabilidad
de España más otro que quiere subirse al carro, no resolverán nada, sino que
continuarán llevando a la nación a la bancarrota, con desastrosas políticas
sociales y económicas, desigualdades inaceptables y el desmantelamiento de los
servicios públicos. España será nuevamente oprimida o subyugada, con privación
de la libertad personal por un nuevo orden dictador. ¿Qué de extraño tiene,
pues, que los ciudadanos, al verse engañados, vilipendiados y desesperados,
estén vibrando y solicitando briosamente la resolución de todos los problemas
que crearon los dos partidos, más otro que quiere unirse a la fiesta? El actual
en cuatro años de legislatura no cumplió ni el primer punto de su programa, más
los que ocultó o soslayó para evitarse complicaciones.
Hoy los dos partidos
mayoritarios que durante 33 años se han repartido el gobierno de la Nación
sacan sus viejas y rancias prácticas, “políticas del miedo” ¿miedo a qué?
Ustedes una vez el país estabilizado y reconocido en todos los foros políticos
y sociales, se dedicaron a devastarlo. ¡Aaaaah migo! Ven peligrar el mullido
sillón de poder, tienen miedo de que sus carteras no estarán tan llenas, están
acojonados de que los que llegan tengan los cilindros bien puestos y denuncien
a destajo y sin pérdida de tiempo, sus fraudulentos negocios, el fin de las
puertas giratorias, y sobre todo, la devolución de tantos millones de euros del
erario público que repartieron entre amigos, familiares, la banca y grandes empresas.
Los que llegan peor no lo pueden hacer, espero.
Lo que ocurre es que la cola
de toda dictadura, para esos amigos del orden entendido a su manera, los llena
de poder y riqueza. En otros pueblos de mayor sensibilidad, la caída de un
orden opresor fue acompañado por un sistema democrático con sucesos transcendentales
para beneficio de todos sus ciudadanos. Lo sucedido en estos cuatro años de
legislatura, en otros países democráticos debiera ser un ejemplo que acallara a
los que se asustan de que en España ocurra lo que está sucediendo.
No es nada, señores; no hay por qué alarmarse. Más podría haber sido. Esto
es práctica habitual en la nación más rica del Mundo.
España
¡Una, Grande y Libre! Para unos pocos…… los de siempre.
José Antonio
del Rosario
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