Cuestiones
sociales
Se dice desde
hace mucho tiempo que estos trascendentales problemas, se encuentran planteados
en España con críticos caracteres de recrudecimiento propios de Dictaduras, por
la significación, unilateral y parcial, carente de toda virtualidad, que “La Familia del Viernes” está
imprimiendo a su labor, especialmente en lo que respecta a legislación laboral
y social. No puede constituir en nuestro País garantía de normalidad societaria
ni de paz y consolidación económica, un Ministerio cómo el de Trabajo y Seguridad
Social que se halla divorciado totalmente de la gran mayoría de las clases para
las cuales legisla.
El departamento
que rige la señora Fátima Báñez García es quizá el que entrañe en la actualidad
una mayor trascendencia nacional. En él se conjugan y resuelven los encontrados
intereses sociales de toda España. De las normas legislativas que de él dimanen
depende fundamentalmente, la Industria, el Comercio, la Agricultura, la Sanidad,
los Servicios Sociales, la riqueza toda de nuestro país. No es posible afirmar
que los contratos basura y bases de trabajo esclavizadoras, pongamos por caso,
afectan más directamente al elemento obrero. Dándose las manipuladoras
condiciones para beneficio del sector burgués, grandes empresarios, multinacionales,
especuladores y sindicatos. Todos en ellos, sienten la misma vibración de
profundo interés: burgueses, capitalistas, obreros, parados, pensionistas,
empresarios, autónomos, profesionales, sindicatos, etc.
Ello implica y supone la necesidad inexcusable de que
los principios que siente ese Ministerio en materia laboral y social, estén
saturados de justa imparcialidad sectaria. Ello; exige, que el fiel de la
balanza legislativa de ese Centro Oficial, no tenga inclinaciones de marcado
sabor partidista.
¿Ocurre esto en España? No. La “Familia del Viernes” podrá lanzar vítores de frenético entusiasmo
con la labor desarrollada desde el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social por
la señora Fátima Báñez García y comparsa, pero el resto de la nación, no.
España no es, ni con mucho, el partido que dentro de la “Familia del Viernes” gobierna este País. En nuestro pueblo viven
gentes, proletarias y no proletarias, a quienes daña o desagrada la orientación
exclusivamente Dictadora de un Departamento tan importante. Es la clase media
(hoy casi desaparecida) en su gran mayoría, son las clases patronales, son muchos
sectores de obreros y profesionales descontentos y doloridos con el sesgo que
toman los problemas sociales en España.
¿Cuáles son
esas leyes? Todas ellas tienen un matiz destacadamente partidista imprimido por
el carácter político de la “Familia del
Viernes”. No es ni una ni otra, son todas. Y una evolución legislativa de
trabajo y seguridad social no puede realizarse, dentro de moldes justos y equidistantes,
cuando lleva impresa, desde su nacimiento el marchamo indeleble de un criterio
partidista y pasional. Aquí mismo, en Canarias, la aplicación de la, ordenación
legislativa de la señora Fátima Báñez García ha quebrantado y dañado más de una
vez los propios intereses de los obreros, de la pequeña y mediana empresa, de
los autónomos, de los profesionales, de los jubilados, de los parados, de los
socialmente necesitados, etc.
Esta es mi postura serena y modesta, pero con arraigos
de convicción profunda y con deseos hondos de justicia. Toda la labor
legislativa del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social requiere una
escrupulosa revisión que garantice a los distintos sectores de la vida social
el medio ambiente de equidad en que desenvuelven sus actividades.
José Antonio del Rosario
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