jueves, 5 de marzo de 2015

LA ETERNA AMARGURA ALDEANA


LA ETERNA AMARGURA ALDEANA

  La eterna amargura de la Aldea de San Nicolás. Casi cuatro siglos pasando almas, penurias, desigualdades sociales, hambre y olvidos  intencionados de gobiernos y administraciones públicas, saliendo de unas malas para entrar en otras peores, arrastrando una ahogadora cadena de vejaciones políticas.

  Feudo primero de ricos comerciantes entroncados con la familia de la vieja aristocracia isleña, feudo hoy de gobiernos orgullosos que contempla atentos, solo a sus políticas de indeferentismo. La Aldea alza su voz para que sea oída y romper el denso aislamiento en que la rancia e interesada política la envuelve tenazmente.

  La virulencia social del Pleito de La Aldea y las gestiones de los dirigentes aldeanos lograron que, el 14 de febrero de 1927, el ministro de Gracia y Justicia del gobierno de Primo de Rivera, Galo Ponte, visitara La Aldea. Se formuló el histórico Decreto-Ley de 15 de marzo de 1927, que daba fin al tres veces centenario Pleito de La Aldea.
 En este Decreto regía el derecho de estas tierras sobre las aguas de la cuenca de Tejeda-La Aldea, base  fundamental de que éstas quedarían vinculadas a la tierra con los mecanismos que hoy determinan el régimen de uso y propiedad de las aguas pluviales de esta cuenca, únicos en Canarias. La tierra para quien la trabaja.

  La apertura de la carretera general Agaete-La Aldea en 1939, demuestra una vez más la inagotable lucha de los aldeanos por salir del aislamiento en que intereses comerciales y políticos, tenían sometido a todo un pueblo en el más absoluto olvido y oscurantismo dentro de su propia isla. Por fin los ciudadanos de esta aislada Aldea por siglos sometida, tuvieron la oportunidad de conocer el resto de la isla y alcanzar nuevas oportunidades tantas veces anheladas.

  Tiene La Aldea sobre sí, la maldición de un eterno desasosiego, de eterna amargura. La lucha por una nueva carretera que ponga fin de una vez la peligrosidad de la actual, han puesto sobre la mesa las viejas practicas. Desaprensivos comerciantes, oportunistas y políticos creen tener el poder de volver a avasallar, una vez más, al pueblo aldeano mintiéndoles descaradamente e incluyendo la amenaza. Hoy tal cosa no prospera, ha sabido por su propio esfuerzo, colocarse a un nivel cultural muy superior al de muchas poblaciones importantes de Canarias.

  Ellos, los aldeanos saben defender sus derechos ante una nueva tentativa de atropello. Esta cuestión se deriva, lógicamente, de otra mayor. El abandono oficial. Ni nueva carretera (esta tenia que haber concluido en 2012), con una prestación sanitaria y social deficiente, con una gran precariedad laboral y con los bolsillo vacíos. Un pueblo que aguantó siglos de censura y olvido, no tenían derecho a la Libertad, ni siquiera a las prestaciones más básicas. Diré que quien soporte con la risa en los labios, las vejaciones, los atropellos, las desigualdades sociales, las corruptelas políticas y el asalto al bolsillo del aldeano, bien merece el gobierno actual en la Casa Consistorial aldeana, como también, el Autonómico y el gobierno de España.

  Continuaremos luchando y protestando por ese olvido desdeñoso respecto a La Aldea y al resto de Canarias. Y nuestra lucha y protestas adquieren ya tonos agresivos en cuanto a la actuación de incompetentes gobiernos actuales. Estos no hacen nada por la tan anhelada carretera, ni intentan tan siquiera hacer cumplir ese ilusorio plan de reformas con que engañan nuestra ingenua buena fé.

  Pero más pronto que tarde, sonará la hora de las reivindicaciones y entonces podrá Canarias sentirse libre ¡por fin! del eterno agobio de esa “eterna cuestión” que la oprime.


     
       José Antonio del Rosario


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