INSENSATAS PRISAS
La política caciquil-radicalizada y sus
afines, es decir “La Familia”, con
gritos desgarradores y actitud de tragedia más que burlesca, chulesca. Se
encomienda la tarea de una mayor actividad, una decisión más audaz en sus determinaciones.
Nos habla del cumplimiento del 93% de su programa electoral (?), y aconseja
para su total compromiso, zanjar las dificultades que puedan surgir, con
espíritu renovador, porque según dice el tristemente cómico diario de “La
Familia”, ¡los hombres y mujeres de la izquierda radical no deberían volver al
poder! Es cómico escuchar tremenda burrada.
Parece normal que la Burguesía
capitalista reclame al Gobierno que les representa una mayor actividad de lo
convenido en solucionar los problemas que la economía tiene planteados como
consecuencia del desorden político existente, es lógica esta actitud. La
Burguesía capitalista se posiciona en adular al Gobierno Familiar con la
esperanza de que el día de mañana le pague sus beneméritos servicios, y exige
la aceleración de la obra de radicalización completa de imponer las
desigualdades sociales.
Son lógicas las prisas de los Gobiernos
en aprobar leyes y presupuestos en los últimos meses de sus mandatos, tienen
que hacer amarres duraderos para la Burguesía a la que sirven, esta es insaciable.
Nada les importa que la caja quede vacía o con una deuda tremendamente
desproporcionada que difícilmente puede ser justificada en el cuatrienio de sus
mandatos. En todas las legislaturas sucede más de lo mismo, parece ser que la
práctica habitual es favorecer con dinero público partidas presupuestarias a
grandes empresas, multinacionales, lobbies familiares y particulares. Mientras,
la empresa pública continúa en decadencia.
Es de obligado interés para estos mulos
políticos, que el dinero público vaya a parar a manos privadas para ir
preparado su retiro dorado. Sabido es, que las grandes empresas tienen una
deuda pendiente con la mayoría de los gobiernos, y ya se sabe, “favor por favor
se paga” La rapiña en la caja pública es práctica cuasi-constante, y esta se
disfraza con partida presupuestaria. Hombres y mujeres que conforman
formaciones y partidos políticos, hablan de la Democracia como mejor sistema de
gobierno y amparados en ella se lucran, empobrecen y arruinan Estados.
Desgraciadamente y con mayor frecuencia,
oímos y vemos en sesiones parlamentarias la vulgaridad del lenguaje político,
insultos, amenazas, acusaciones, descalificaciones y gritos por doquier. Al
final, todo es pura parafernalia. Diálogo entre besugos, vamos. El Congreso representa al pueblo,
representación que también ostentan los Diputados, pues cada uno de ellos
representa a la Nación. Las funciones que tienen las Cortes Generales son la
aprobación de las leyes y de los Presupuestos generales del Estado, así como el
control de la acción del Gobierno. O lo
que es lo mismo; trabajar con leyes y mecanismos adecuados para la prosperidad
de un pueblo. Claro está, que este proceder sería el adecuado y correcto cuando
el pueblo está representado por cargos electos honorables, no que la sesión
parlamentaria se convierta en una función de circo. Moda muy habitual que exhiben
sus señorías para vergüenza de los pueblos.
En la esfera política,
las desigualdades sociales son perfectamente compatibles con la insensatez y la
tiranía.
José Antonio del Rosario
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