YA TOCAN A ARREBATO
La “Familia del Viernes” ha entrado en un periodo de actividad
y agitación extraordinarias. Se toca a arrebato como en los angustiosos momentos
que preceden a las grandes catástrofes. Van y vienen los prohombres de la
política; amenazan, discuten, prometen, se ofrecen para salvar
gobiernos de tanta debacles por ellos mismos provocada, ¡pobre País!, no
dan tregua a la mentira en sus arengas y ni
a la pluma en su escritura. ¿Qué pasa? ¿Porqué tanta agitación y tanto
cimbreo? ¿Qué nuevas desgracias nos amenazan?
Estamos
exactamente peor, que el día después de jurar su cargo como Presidente del
Gobierno de la Nación, nos arrojó a la mayoría de los ciudadanos en los brazos
de la usura, nos tiró en la calle a expensas de ladrones, mafias y empresarios
que trafican con las desgracias humanas. Nos hablaron de regeneración política, dijeron
instaurar prácticas reformistas y moralizadoras democráticas; pero sólo fueron
palabras.
Era
convenido entre los prohombres de la política, que todo siguiera igual, que no
se interrumpiera, que continuara la comedia después del acto trágico que nos
pone al borde de la sepultura. Y así han continuado ensayando hasta ahora, sin
que se oyeran aisladas voces de protesta del resto de la fracasada “Familia
Política” de este País.
Mas ahora,
de poco tiempo a esta parte, a medida que se acerca la fecha de las elecciones
con sus candidatos en listas cerradas (muy democrática la cosa) en que la
suerte ha de entregarse en manos de los ciudadanos, la paz en los partidos
asoma seriamente amenazada, la alarma cunde, la actividad se multiplica, las
conciliaciones menudean, el toque de arrebato suena en todos los grupos, todo
parece indicar que se aproximan días de ensayos, nuevas escenas, nuevos actores………..
¿Qué será? ¿De qué se trata? ¿De salvar el País, ahora?
¿Impotentes
los ciudadanos para la revolución? ¿Impotentes los ciudadanos para la guerra en
las urnas por reconquistar nuestros derechos constitucionales? No, libres para rescatar
un País en manos de la corrupción y la usura, libres para recuperar la
soberanía del Estado secuestrada por los prohombres de la política. No son de
la congregación redentora; no están libres de culpa, no conseguirán inspirar
confianza en los ciudadanos. Nada bueno ni nuevo puede esperarse de ellos.
Si las instituciones
no están amenazadas de un peligro
inmediato, si las angustias de los ciudadanos no son las mismas, si la ruina
del País no es ahora peor que al día siguiente de que el nuevo “Salvador
patrio” jurara la presidencia de la Nación. ¿Cómo explican ese toque a arrebato
de última hora? ¿Porqué se agitan y se mueven tanto? ¿Qué traman? ¿Qué se
proponen? ¿Qué buscan? ¿Qué pasa?
Mueven
ficha para conquistar posiciones personales en el nuevo gobierno, buscan
riquezas y goces del poder, proponen cambios en las prácticas, de nombres y
personas para continuar engañando al País. Invocan lo más grande y acertado
para ellos en el hervidero de la intriga política. Unos pregonan libertad y
democracia, otros amor a la patria, progreso, honradez, autoridad, etc,
etc….. Eso es todo.
Lucha de
poderes en la vorágine política, no lucha de ideas para un próspero y acertado
futuro, lucha de abominables pasiones, no de principios. ¿Y para eso tanto
revuelo?
José
Antonio del Rosario
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