jueves, 11 de abril de 2019

SONOROS AMBIENTALES





SONOROS AMBIENTALES

 

      La mayoría de los ciudadanos felicitamos al gobierno instalado en el Consistorio de la Capital de la isla de Gran Canaria, por tan sofisticada sonorización que nos permiten deleitarnos de los cientos de conciertos de muy diversos estilos musicales que soportamos todos los días con sus noches, para divino castigo de nuestra tranquilidad.

Con el anterior gobierno la mayoría de los contribuyentes del municipio, y sobre todo los de su Capital, estábamos más que hartos de que nos rompieran los tímpanos el alto volumen de tantos sonoros estilos, con que nos deleitaban todo tipo de comercios, hogares y parque automovilístico. Maldito fue el caso que hicieron entonces a tanto escrito de protesta.

Ayer se escuchaban estos conciertos cuatro calles distantes del punto de partida, hoy los escuchamos desde Vegueta hasta el Obelisco lejos del mismo punto. La mayoría de los ciudadanos creíamos que con el nuevo gobierno en nuestro Consistorio cesaría o se apaciguaría en gran medida, esta sofisticada forma sonorizadora de agravarnos bastante más las jaquecas y desequilibrios que padecemos diariamente, debido a la inacción de aplicar la ley, por aquellos que tienen el deber y la obligación de ejecutarlas.

Y es que, ¿cuándo desde el Consistorio nos demuestran día y noche que el área encargada de Proteger el Medio Ambiente contra Ruidos y Vibraciones con su edil al frente no funciona? No son capaces de tomar drásticas medidas para subsanar este grave problema por el bien de la comunidad. A no ser, que este caos forme parte de la modernidad que el nuevo gobierno quiere darle al municipio para atraer un turismo de alta calidad (?).

Según los residentes, parece ser que desde el servicio encargado a tal fin sólo tienen una unánime contestación, “DENUNCIE USTED”. Con más de 380.000 habitantes, se preguntan cuántos miles de denuncias se hacen anualmente para que sólo al 1% se le dé el visto bueno de infracción de la Ley.

Los contribuyentes nos preguntamos para que tenemos que sufragar los gastos de muebles y material de oficina, de aparatos y consumibles informáticos, de personal y otros tantos varios en acondicionar un departamento, que en nada o en casi nada, es capaz de solucionar esta sonora lacra social. Para qué este derroche de dinero si a la pregunta del policía local ¿va Usted a denunciar? Y al consentir nos vemos obligados a contratar abogado, procurador, más el papeleo que todo esto conlleva para terminar ante un juez que con suerte nos dé la razón. Esto continuará sucediendo para desgracia del contribuyente, mientras que desde la administración municipal se sigan cursando sanciones administrativas irrisorias, dando siempre ventaja al infractor que con una sonrisa pagará sin mayor problema.

La Asociación Española para la Calidad Acústica (AECOR) calcula que el 32% de los ciudadanos están sometidos a un nivel de ruido ambiental superior a los 55 decibelios durante la noche y el 24% reciben un impacto que supera los 65 en el promedio de las 24 horas del día.

Comprobado está, que en otros países el turismo de alta calidad busca sobre todo tranquilidad y seguridad, “algo de lo que este municipio adolece, para desgracia del residente y de quienes nos visitan”. También demandan calidad profesional en servicios hoteleros, restauración, ocio, etc, que les garanticen una estancia segura y que les dé confianza en el regreso.

Pero, sobre todo, los ciudadanos de este municipio les demandamos la adecuación del mismo no sólo para el turista que nos visita, los residentes y contribuyentes también pedimos Ley y Orden.




Parece ser que, para el gobierno actual en el Consistorio de la Capital de la isla, no son suficiente las continuas quejas de los residentes, más que artos de los conciertos diarios producidos por cientos de discotecas y karaokes que nos brindan incívicos ciudadanos desde sus hogares, comercios varios y toda clase de vehículos que transitan por las calles de esta Capital.

Y por si todo esto no fuera suficiente, desde el Consistorio su gobierno nos anuncia que las terrazas en la vía pública de la Capital tienen permiso para poner sus discotecas y karaokes en marcha, siempre y cuando no molesten a los vecinos. Las miles de llamadas a la policía local y las miles de denuncias anuales por escándalos y ruidos no son suficientes para quienes gobierna este municipio.
 
 

De igual modo que lo pide el turista para venir, les recordamos que nosotros hace tiempo que estamos aquí.

 

 

José Antonio del Rosario

 

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