jueves, 16 de julio de 2009

MEDIOCRIDAD Y VERACIDAD DE LA CLASE POLÍTICA CANARIA




MEDIOCRIDAD Y VERACIDAD DE LA CLASE POLÍTICA


La fiscalía anticorrupción, los medios de comunicación y tertulias ciudadanas nos recuerdan continuamente, que la clase política pone en entredicho con demasiada frecuencia el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial. Es la mejor fórmula de cierta clase de políticos/as, de grandes empresarios y colectivos varios, de desviar la atención ciudadana de sus desastrosas gestiones, corruptelas y zarandajas varias. Pero, amigos y amigas, ya no engañan a nadie, en el parlamento, cámaras y plenos, en vez de centrarse en resolver las deficiencias de todas las áreas a su cargo y el bienestar de los ciudadanos/as, se dedican a descalificarse con saña carroñera y lenguaje soez, que nos da la impresión de estar en una gallera, eso sí, todos/as pregonan defender los intereses del país y sus ciudadanos, (los gallos pelean mejor y no son tan cobardes).
Con sus escandalosos salarios y dietas, no tendrán necesidad de engrosar las listas del paro, las sanitarias, las de ayudas sociales, etc… . Con toda desfachatez y cara dura continúan aprovechándose de las ventajas que les dota las diferentes administraciones de poner a su disposición coches, chofer incluido, móviles, tarjetas oro, para el uso de sus funciones y no precisamente particulares. No se ponen colorados/as a la hora de elegir hoteles de cuatro o cinco estrellas, grandes restaurantes, fiestas varias, favoritismos a demasiados empresarios/as, manipulaciones de suelos rústicos y cultivables, obras innecesarias o no tan urgentes, la cobardía de amenazar con expropiaciones sino venden a bajo costo a propietarios de casas y fincas por intereses partidistas, con nuestros impuestos usan indebidamente a los abogados/as instalados en gobiernos autónomos, cabildos y ayuntamientos para recusar cualquier sentencia en su contra, gracias a sus desastrosas gestiones. Afortunadamente para muchos de ellos y desgraciadamente para el resto de los ciudadanos/as las resoluciones judiciales son demasiado lentas, tardan años en resolverse y ejecutarse. El país está en crisis, pero ellos/as ni se inmutan, al fin y al cabo, la minuta la pagamos los ciudadanos/as.
Nuestra clase política asalariada un día si y otro también, pregona a los cuatro vientos que trabaja para los contribuyentes y nuestra sociedad en general, sus formas y comportamientos les contradicen. Es hora ya la reforma de la Constitución, del código penal, la ley del menor, el sistema electoral, el educativo, el sanitario, el de asuntos sociales, el de seguridad, el de las administraciones públicas y cuantas reformas se tengan que hacer que avalen y defiendan a toda la sociedad de este país. Tantos años de lucha, de miserias, de necesidades, de impotencias, desencantos y penas, es hora ya, de desenquistar a la mayoría de la clase política que solo les interesa el sillón de mando, a aquellos/as que solo quieren vivir a costa de los contribuyentes, a los que se han enriquecido y se enriquecen y quieren enriquecerse a costa de un cargo público, los poderes jurídicos tienen el deber de investigar y seguir las pistas de tanto derroche de dinero, de sus cuentas bancarias, de los paraísos fiscales, de sus empresas fantasmas que desaparecen de la noche a la mañana, se puede terminar con esta clase de carroñeros/as e indeseables políticos practicándoles una auditoría completa cuando tomen posesión de sus cargos y cuando dejen de ostentarlos por cumplimiento de mandato por decisión judicial o ciudadana. Los ciudadanos/as estamos hartos, asqueados y desencantados de tanta desidia política, de tanta mentira, de tanta manipulación, de tantos impresentables, de tantos cobardes que usan la política para descalificar, insultar, vejar y sacar los trapos sucios del contrario, descalifican y ponen rastreramente en duda cualquier sistema, judicial, ejecutivo, legislativo, etc…. .
Demandamos ya, una democracia plena, una clase política y altos cargos creíbles y honrados, que se les auditen al entrar y al salir, pues nadie les pone una pistola en el pecho para que se presenten, que trabajen para quienes les paga, la empresa del pueblo, con sus nóminas legales reflejando sus salarios, dietas, seguridad social, i.r.p.f. , etc…, previamente negociado para cada legislatura, si les interesa, si no, regresen a sus profesiones o trabajos anteriores. No tenemos por que pagar sus campañas electorales, sus abogados y procuradores, consigan dinero entre sus afiliados y simpatizantes, si sus gestiones en la legislatura resultaran manipuladas en detrimento de la empresa para la que trabajan, los representantes jurídicos del pueblo les demandarán con todas las consecuencias que el caso requiera. Tampoco tenemos por que financiar a los sindicatos, que se molesten en trabajar y consigan afiliados entre los trabajadores con la verdad por delante, ni a ciertos colectivos ecologistas y ongs de dudoso proceder, manipulados por empresarios y cierta clase política.
La pregunta es.., ¿para cuando una clase política y un gobierno que se preocupe por el futuro de este País?.


José Antonio del Rosario

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